El arzobispo de Santiago, Julián Barrio (c), sostiene la Copa del Mundo de Fútbol, en presencia del presidente de la Federación Española, Àngel María Villar (i) y del seleccionador, Vicente del Bosque. | Efe

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El presidente de la Federación Española de Fútbol, Angel María Villar, y el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, han «peregrinado» hoy a Santiago para ofrecer la Copa del Mundo al Apóstol, en señal de «agradecimiento» por haber «ayudado» a la Selección a proclamarse campeona del Mundial de Sudáfrica 2010.

Villar recordó en su ofrenda al Apóstol que el pasado febrero representantes de la Federación se trasladaron a Santiago con motivo de la celebración del centenario de la organización para pedirle al Apóstol ayuda para superar los desafíos que esperaban al fútbol español a partir de entonces, «que eran de gran calibre», subrayó.

«Te pedimos Santiago por el éxito de nuestra selección absoluta en la Copa del Mundo que iba a disputarse en Sudáfrica; era mucho lo que te solicitábamos pero confiábamos en que atendieras nuestra llamada y la atendiste», apuntó.

Por ello, representantes de la Federación, entre los que se encontraba Vicente del Bosque, han querido «peregrinar» de nuevo a Santiago como «vencedores» del Mundial para brindar al Apóstol la Copa del Mundo en señal de «respeto» y «cariño».

Asimismo, Villar señaló que la Federación ha querido cumplir la promesa hecha al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, quien en aquella ocasión manifestó su anhelo de que la Selección regresara a la capital gallega con la Copa del Mundo.

En respuesta a la Ofrenda al Apóstol, el arzobispo de Compostela, Julián Barrio, manifestó su «satisfacción» por que su deseo se haya cumplido y por poder agradecer a la Federación «el esfuerzo que han realizado por conseguir esta meta», así como «el saber hacer en todas las circunstancias».

Barrio elogió el gesto de la Federación de brindar el trofeo al Apóstol y destacó que «agradecer es muy importante» pues «pone de relieve la nobleza y la grandeza de las personas».

«Cuando uno sabe agradecer una meta conseguida está poniendo de relieve que ésta no sólo le pertenece a uno personalmente sino que pertenece a todas aquellas personas que han estado presentes en la realización de esta gran gesta», subrayó Barrio, quien tras oficiar la tradicional misa del peregrino saludó personalmente a los miembros de la Federación y cogió en sus manos la Copa del Mundo.

Una vez finalizado el acto litúrgico, los representantes de la Federación se trasladaron al Palacio de Raxoi para hacer entrega de la Copa al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, «en representación de todo el pueblo gallego», apuntó Villar.

Durante el trayecto, Vicente del Bosque recibió numerosas muestras de cariño por parte de los ciudadanos que se encontraban en el entorno de la Catedral y que quisieron fotografiarse junto a él y conseguir su autógrafo.

Una vez en el Palacio de Raxoi, el titular de la Xunta agradeció a la Selección Española haber dado a los españoles, con la consecución de este título, «una de las mayores alegrías» que hayan podido sentir durante mucho tiempo «como pueblo y como nación», y haber cumplido su palabra al ofrecer este triunfo al Apóstol Santiago «a unas horas del cierre de la Puerta Santa, que no se volverá a abrir hasta el año 2021».

En esta línea, Feijóo apuntó que 2010 ha sido el año del éxito del fútbol español pero destacó también que en el ámbito cultural el éxito de España ha sido el Xacobeo, ya que más de 9 millones de personas han visitado Santiago con motivo del Año Santo.

Finalmente, Feijóo felicitó al seleccionador por ser «probablemente el mejor jugador que haya tenido la selección española en este mundial» y, en tono de broma, lo propuso como «entrenador de España».

El presidente de la Xunta consideró que Del Bosque debería realizar una selección de los mejores políticos y ponerlos a trabajar juntos con el objetivo de trasladar el éxito colectivo del fútbol a la sociedad española para superar así «esta fase de desesperanza y desasosiego que inunda a la sociedad española».