Michael Laudrup, entrenador del Real Mallorca.

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Apenas acumula un año en la nobleza, pero el nombre de Juan Carlos Garrido comienza a asociarse con demasiada frecuencia a las broncas. Si Michael Laudrup apostó por la calma, el entrenador valenciano le echó gasolina a la hoguera que rodea el Villarreal-Mallorca de esta tarde (18.00 horas, GolT y Canal Liga). Lejos de apaciguar los ánimos, el técnico del conjunto amarillo optó por encender la polémica. Garrido señaló que el 'caso Europa' «ya está muy hablado y se ha hecho cierta demagogia», al tiempo que señaló que lo importante son los tres puntos y que el equipo siga tercero. «Lo único que se hizo es cumplir unas normas y a partir de ahí cada uno tiene que buscar los responsables. El Villarreal cumple con sus pagos y eso le ha permitido jugar la Liga Europa», apuntó el técnico, quien indicó que a esas cuestiones el Villarreal debe responder con fútbol porque ese era un tema de la UEFA y la federación.

Por su parte, tras toda una semana volviendo la vista para recordar los motivos que han llevado al Mallorca a enemistarse con el Villarreal, Laudrup no quiere que su futbolistas se pasen de revoluciones. Tiene muy claro el danés que para consumar la venganza sobre el conjunto castellonense habrá que actuar con serenidad, controlando las emociones e ignorando cualquier mensaje alejado de lo futbolístico. «El corazón caliente y la cabeza fría», explicaba ayer el entrenador bermellón un par de horas antes de subirse al avión. «Todo lo que pasó ya no sirve para nada. Nos conviene pensar exclusivamente en el partido», argumentaba.

El técnico del Mallorca, que en el tiempo que lleva en la Isla ya ha tenido que ejercer en varias ocasiones como el termostato del proyecto, está más preocupado por la reacción de sus jugadores a las dos últimas caídas que por el envoltorio de otro de esos partidos marcados a fuego. «La plantilla está muy motivada porque venimos de dos derrotas, que es algo que esta temporada todavía no habíamos vivido. Lo que pasó, pasó y ahora sólo podemos pensar en el partido que habrá sobre el campo. Lo otro no hay que olvidarlo, pero los que jueguen mañana deben estar serenos y tranquilos para conseguir algo ante un rival que en lo futbolístico me gusta», explicaba antes de alabar las prestaciones de su enemigo.

«Tras los dos grandes están ellos y son el equipo que mejor fútbol juega. Un buen portero con una buena defensa, un centro del campo que domina la posesión y gente rápida y hábil arriba. Nos tiene que salir un partido muy completo para puntuar. Mi trabajo es mirar sólo lo deportivo, pero es normal que si todo el mundo habla de ciertas cosas eso acabe influyendo. Lo que debemos hacer es estar muy concentrados porque hemos demostrado que en encuentros así podemos dar la sorpresa», avisaba. Laudrup se preocupó de subrayar los párrafos más determinantes de su discurso y abundó en ellos recalcando que «para el club lo que ha pasado es importante, pero creo que eso de querer hacer mucho enseguida es peligroso. Ir demasiado acelerado te puede perjudicar».

Además, se posicionó junto al consejo en su decisión de no acudir al palco de El Madrigal y le mostró su apoyo públicamente. «Es una decisión fuerte, pero conociendo a nuestra gente, si adoptan esa postura es por algo. Tienen que estar muy molestos, muchísimo, para tomar una decisión así. Yo apoyo siempre a los míos, en lo bueno y en lo malo», reconocía el entrenador danés.