El juez Víctor Fernández trasladó al mes de septiembre la petición del Mallorca de acudir a la vía judicial.

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El Mallorca no arroja la toalla y busca justicia en el litigio que mantiene con la UEFA. El club balear reaccionó ayer a la «sorprendente» decisión del juez Víctor Fernández, suplente de la titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma, de no acudir a la justicia ordinaria y aplazar el caso hasta septiembre porque no requería «actuaciones urgentes» e hizo público un comunicado basado en su «ilusión» de que la jueza titular María Encarnación González continúe con el proceso.

Según el escrito, desde el club se insiste en el sorprendente argumento del juez: «El Mallorca espera con ilusión a la incorporación de la jueza María Encarnación González (que tendrá lugar en septiembre) que ya requirió a la RFEF y a la UEFA para que se abstuvieran de retirar la Licencia UEFA con la convicción de que seguirá con este proceso en curso». La entidad pretende que «la justicia» prevalezca sobre el «despropósito de la UEFA».

Otro hecho que ha dificultado el caso desde el punto de vista jurídico es que España carece de un acuerdo judicial con Suiza. Por lo tanto, el tema debe ser desviado al ámbito diplomático.

Es el penúltimo caso de un culebrón que comenzó a redactarse a mediados de mayo.

El 14 de mayo del presente año, la Real Federación Española de Fútbol, concede la Licencia UEFA al Real Mallorca, y a otros clubes españoles, previa verificación de que cumplen con todos los requisitos, entre otros económicos. El club balear, después de una última jornada del campeonato de infarto, se clasifica en la quinta posición del campeonato -era cuarto hasta el último minuto- y por lo tanto obtiene sobre el terreno de juego el derecho de participar en la Europa League 2010-11.

Con la Licencia en la mano, el club balear festeja la clasificación continental por todo lo alto, ya que nadie piensa que, una vez concedido el pasaporte, le será arrebatado. Pero, el Villarreal prepara una denuncia que arrojará todo por la borda.

Después de recibir la Licencia UEFA el Mallorca instó a concurso voluntario de acreedores y el 8 de junio se acepta la nueva situación del club que «no altera la situación patrimonial del Mallorca». La única variación que surge es la forma de administrar el club, que pasará a estar tutelado por tres administradores concursales y todas las operaciones deberán tener su visto bueno y sobre todo el de la jueza que lo dirige.

A partir de ahí la presión del Villarreal ante la Real Federación Española aumenta día a día, pero la UEFA no puede revocar la Licencia a un club que está en concurso con el objetivo de salvar la compañía. Además, se encuentra con la circunstancia de que la Española ya ha otorgado la Licencia a la entidad balear. Serra hace oficial la compra del Mallorca y en el entorno aumenta la idea de que el organismo presidido por Michel Platini expulsará al equipo de la Europa League. Dos meses después de obtener la licencia, la UEFA la retira.

Los peores pronósticos se cumplen y el 22 de julio la UEFA retira la Licencia al Mallorca y lo expulsa de la Europa League. En sus explicaciones no entra en razones fundamentadas y se limita a declarar que la concesión del documento por parte de la Española ha sido irregular y que no cumple los criterios de admisibilidad.

El juzgado de lo Mercantil, que anteriormente había solicitado a la Española que no expulsara al club de Europa, observa como el organismo de Villar traslada toda responsabilidad a la UEFA y además recurre la decisión judicial. Cartas a Platini, manifestaciones de la afición, ruegos del propio entrenador. Nada sirve. Apelación confirma la expulsión y el Mallorca decide no acudir al TAS. El juez declara no urgente la petición del Mallorca de acudir a la justicia ordinaria y se pone punto final a uno de los capítulos más polémicos de la historia del club.