El pelotón en un momento de la cuarta etapa, de 173 kilómetros, entre Vivar del Cid-Salas de los Infantes de la Vuelta a Burgos. | Efe

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El corredor francés Romain Feillu (Vacansoleil) se adjudico hoy al sprint la cuarta etapa de la Vuelta a Burgos (Vivar del Cid-Salas de los Infantes, 173 kilómetros), con un tiempo de 4 horas, 5 minutos y 27 segundos.

La llegada masiva facilitó al italiano del Katusha Gianpaolo Caruso mantener el jersey morado de líder, que tendrá que defender en la quinta, última y etapa reina, que se disputará mañana con final en lo alto de las Lagunas de Neila.

La etapa transcurrió según el guión previsto en el que se contemplaba, como en la primera, una escapada larga y consentida que sería neutralizada en los últimos kilómetros.

Conscientes de que la etapa de hoy, pese a ser la más larga de las cinco con un total de 173 kilómetros, iba a ser la última oportunidad para que los equipos con rodadores tuvieran el protagonismo que da una escapada larga, teniendo en cuenta que mañana se disputa la etapa reina con final en Las Lagunas de Neila, los intentos de fuga no tardaron en producirse.

Coincidiendo con el banderazo de salida, los primeros en intentarlo fueron seis hombres en representación del Burgos 2016, Cerámica Flaminia, Footon-Servetto, Quick Step, Andalucía y Androni Giocattoli, que pese a disponer de casi un minuto en el kilómetro 20 de etapa, enseguida fueron neutralizados por el pelotón.

Poco duró la unidad en el gran grupo ya que, de nuevo Hulmans (Quick Step), junto con Sebastián Langeveld (Rabobank), Antonio Piedra (Andalucía), Mikel Ilundain (Orbea) y Piemontesi (Androni Giocattoli), formaban un grupo en cabeza de carrera que al paso por Olmosalbos, en el 32 de etapa, tenía una ventaja cercana a los cuatro minutos.

El interés de los equipos con velocistas en tener controlada cualquier escapada para evitar esfuerzos innecesarios a la hora de afrontar la neutralización, fueron determinantes para que la ventaja no fuera nunca superior a los cuatro minutos.

Con esta situación de carrera se llegó al Alto del Majadal, primera dificultad montañosa de las tres que se contemplaban en el recorrido, todas de 3a Categoría, con una renta sobre el gran grupo de tres minutos.

Los encargados de asumir la responsabilidad en el pelotón eran los hombres del Katusha, que defendían los intereses del líder, el italiano Gianpaolo Caruso, que se marcó como objetivo el entrar en meta con el grupo de cabeza, evitando los cortes para que no corriera el crono, y mantener así el jersey morado hasta la última etapa.

En la cota del Alto de Sancuerno, en el kilómetro 84, las diferencias comenzaron a reducirse de forma significativa, bajando hasta los tres minutos y manteniéndose hasta la Meta Volante de Caleruega.

Una vez superada la zona de avituallamiento, ubicada en la localidad de Baños de Valdearados (Km.102), el pelotón, liderado por el Footon- Servetto, incrementaba el ritmo y conseguía rebajar la ventaja hasta los dos minutos.

El trabajo realizado por el Footon-Servetto evidenciaba el interés del equipo de Sabino Angoitia en preparar la llegada para su hombre rápido, el burgalés Enrique Mata, que hizo un sexto puesto en el esprint de la primera etapa con final en Medina de Pomar.

Con la escapada ya madura se llegó a la Meta Volante de Peñaranda de Duero, a 49 de meta, en la que Ilundain, Antonio Piedra y Piemontesi puntuaban con una ventaja sobre el pelotón que se vio reducida hasta los 55 segundos.

En siete kilómetros, los que separaban Peñaranda de Arandilla, en donde estaba ubicada la tercera Meta Volante de la etapa (Km.132), el gran grupo consiguió, gracias al empeño del Footon-Servetto, echar por tierra la escapada de la jornada, que se formó en el kilómetro 37.

A falta de 30 kilómetros para el final, y con el pelotón agrupado, los nervios eran evidentes en las primeras posiciones de un pelotón que ya no daría ninguna concesión a los corredores que pretendían intentarlo en solitario.

El único que consiguió abrir hueco fue el joven corredor belga del Topsport Vlaanderen, Preben Van Hecke, que con un fuerte demarraje saltó del grupo y consiguió una renta de 50 segundos bajo la pancarta de 20 kilómetros a meta.

En el descenso del Alto del Cerro, última dificultad montañosa de la jornada, el pelotón neutralizó al belga del Topsport Vlaanderen y, a partir de ese momento, fueron los hombres de equipos con velocistas los que se turnaron en cabeza para preparar la llegada al sprint.

Lo intentó Euskaltel con Koldo Fernández de Larrea, el Footon-Servetto con Enrique Mata, así como el Acqua Sapone de Stefano Garzelli, pero finalmente fue el joven corredor francés de Vacansoleil, Romain Feillu, quien se adjudicó la cuarta etapa en un sprint muy largo en el que el ciclista del Burgos 2016, Oscar Grau, protagonizó una espectacular caída sin graves consecuencias.