Los atleetas españoles Arturo Casado y Manuel Olmedo (d) tras conseguir las medallas de oro y bronce, respectivamente, en la final de 1.500. | Efe - Andreu Dalmau

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Arturo Casado, madrileño de 27 años, desempolvó la estampa victoriosa de Fermín Cacho en los Juegos Olímpicos de 1992 al cruzar la meta de la final europea con la misma expresión de asombro en una final que estuvo cerca de regalar a España el triplete que había soñado.

Hora y media antes, Marta Domínguez había metido a España en el medallero de los campeonatos de Europa con una plata en 3.000 metros obstáculos que pudo ser un oro, de no haberse quedado clavada en la última ría.

Las dos finales ofrecieron un vibrante espectáculo al público, que ayer acudió en masa al estadio Olímpico (35.000) al reclamo de Marta Domínguez y de los «Mosqueteros» del 1.500.

Casado venció con un tiempo de 3:42.52 en un esprint sostenido de 200 metros, en tanto que Manuel Olmedo, campeón de España, hubo de abrirse a la calle cuatro y sortear el codazo del británico Tom Lancashire para llegar tercero a la meta en una carrera clásica de campeonato, táctica y sin concesiones.

Reyes Estévez, que buscaba una despedida honrosa ante sus paisanos, perdió la medalla en el último metro en beneficio de Olmedo, que alcanzó al barcelonés pero no tuvo terreno bastante para hacer lo mismo con el alemán Carsten Schlangen.

La final de 1.500 era una de las dos pruebas (la otra, el 5.000) en las que España soñaba con un triplete que sólo Gran Bretaña ha conseguido, en Stuttgart'86, con tres históricos: Sebastian Coe, Tom McKean y Steve Cram. El mejor resultado español sigue siendo el doblete de Helsinki'94 con Fermín Cacho e Isaac Viciosa.

Estévez y Casado controlaron la carrera en las primeras vueltas, con los británicos a la expectativa por la calle dos. Olmedo marchaba atrás y hubo de salir a la calle tres para colocarse a falta de dos vueltas.

A 500 metros el británico Tom Lancashire pegó un tirón pero el grupo, sin castigo en las piernas, respondió en bloque, de modo que la carrera se decidió en el esprint, y Casado fue incomparablemente el más fuerte.

La marcha, por primera vez desde 1978, cuando Jordi Llopart consiguió la primera medalla española de la historia, no ha reportada ni un solo metal a España. La suspensión de Paquillo Fernández, la lesión de María Vasco en 20 kilómetros y la edad de Jesús Angel García Bragado (40 años), hoy quinto en 50 km., dejaron vacío el casillero español.

El francés Yohann Diniz, subcampeón mundial en 2007, revalidó su título europeo al término de una caminata en solitario de 3h40:37 y Bragado, que fue subcampeón hace cuatro años, terminó quinto con 3h47:56 aunque llegó a estar cuarto a cuatro kilómetros del final.

En 800, Mayte Martínez logró un digno séptimo puesto, batiéndose en la recta para no llegar la última en un año perturbado por las lesiones. La vallisoletana, al límite de sus fuerzas, terminó en 1;59.97 en una carrera lanzada por la británica Jennifer Meadows (59.17 por el 400) y ganada por la rusa Mariya Savinova en 1:58.22.