El Rey Juan Carlos sostiene el trofeo durante la foto con la selección. | Efe

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La Familia Real, encabezada por el Rey, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se rindieron ayer a la selección española de fútbol y destacaron que su trabajo de equipo proyecta la mejor imagen de España hacia el exterior.
El Palacio Real y el complejo de La Moncloa se vistieron de rojo para recibir a los campeones del mundo antes de que éstos comenzaran su paseo triunfal por las calles de Madrid liderados por el seleccionador, Vicente del Bosque, y el capitán, Iker Casillas. En el salón de columnas del Palacio, Don Juan Carlos dio las gracias a los integrantes de la selección por «hacer realidad los mejores sueños» y ser ejemplo de «deportividad, nobleza, buen juego y trabajo en equipo».
Buena parte del protagonismo del acto recayó en las infantas Leonor y Sofía, quienes, vestidas con la camiseta de la selección, pudieron tocar la copa y ponerse las medallas que les prestaron los jugadores.
Los futbolistas, con «la roja» y pantalón de chándal azul, han regalaron al Rey la camiseta de la selección con la estrella de campeón mundial FIFA firmada por todos, el mismo obsequio que ha recibido poco más tarde Zapatero.
«Sois un ejemplo de esfuerzo y espíritu de superación para las nuevas generaciones», dijo el Rey, para quien la selección también demuestra «la capacidad que tiene España para lograr juntos los éxitos» que se propone.
En su opinión, este equipo es digno de alabanza por haber sabido «aglutinar a todos los españoles y hacer realidad nuestros mejores sueños», además de «proyectar el nombre de España en todo el mundo».
Acompañado de la Reina, los Príncipes y la infanta Elena, elogió además su «ejemplo de deportividad, de nobleza, de buen juego y de trabajo en equipo».
El acto, que se prolongó durante cerca de una hora, concluyó con una copa de vino español durante la que los miembros de la Familia Real conversaron amistosamente con los futbolistas.
Acto
Como los grandes mandatarios, los jugadores accedieron al palacio a través del Patio de la Armería. Después de bajarse del autobús, subieron la alfombrada escalinata principal bajo los acordes de un pasodoble interpretado por la banda de música de la Guardia Real. También fueron despedidos por música y por el aplauso de los empleados del palacio.
Desde el Palacio Real la selección se trasladó a la Moncloa, donde varios miles de personas, entre funcionarios de Presidencia del Gobierno y sus familiares se sumaron al homenaje.
Tras alzar el trofeo, botar sobre el escenario instalado en los jardines y hacer reverencias a un Casillas vitoreado por el público, Zapatero consideró que detrás del éxito de 'La Roja' está «la fuerza unida de todos los españoles para que la mejor imagen de España brille en todo el mundo».
En medio de cánticos de «¡campeones!» y «yo soy español», el presidente del Gobierno dio la enhorabuena a los jugadores y al cuerpo técnico por un «triunfo histórico» para el deporte español.
«Han ganado por ser los mejores, por jugar en equipo, por el juego limpio y por esa buena actitud y saber estar en el campo y fuera del campo», añadió durante el acto festivo, al que se sumaron la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y los ministros Miguel Àngel Moratinos, Miguel Sebastián, Trinidad Jiménez, Angeles González-Sinde y Bibiana Aído.
Zapatero personificó el éxito en Andrés Iniesta, el autor del gol de la final, por su buen fútbol y su calidad humana, y en Del Bosque, por su «fuerza, templanza y serenidad» para representar con dignidad a todos los españoles.
A pesar de su conocida timidez, Andrés Iniesta se vio obligado a hablar, circunstancia embarazosa para él que le llevó a bromear con un «si lo sé no marco el gol». «Esta copita es de todos», señaló, después de que Casillas se mostrara convencido de que el nombre de España estará «durante cuatro años en lo más alto de todo el mundo».
Del Bosque extendió el éxito «a toda la familia del fútbol», desde el club más humilde a los más grandes, y compartió el momento con su hijo Àlvaro, con síndrome de Down.
Cumpliendo la promesa que le hizo en su día, Àlvaro recibió la copa de los jugadores nada más llegar a la Moncloa y después subió al autobús con su padre y todo el equipo para recorrer Madrid.
La selección española inició su recorrido triunfal por las calles de Madrid a las 19.40 horas, tras la recepción ofrecida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Palacio de La Moncloa, donde el equipo hizo su segunda parada después del encuentro con la Familia Real.
Tras los actos oficiales en el Palacio Real y en La Moncloa, los jugadores, acompañados por el cuerpo técnico del equipo, dejaron a un lado el protocolo al subirse al autobús desde el que firmaron autógrafos y se dispusieron a darse un baño de multitudes por las calles de Madrid, desde la zona de Princesa hasta la explanada del Puente del Rey.