Berdych celebra el triunfo ante Djokovic, que le da el paso a la final. | STEFAN WERMUTH

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El jugador checo Tomas Berdych, duodécimo favorito, se metió hoy en la final del torneo de Wimbledon tras derrotar en la pista Central al serbio Novak Djokovic, tercer favorito, por 6-3, 7-6 (9) y 6-3.

El hombre que actuó de verdugo del suizo Roger Federer, defensor del título, en los cuartos de final de este Grand Slam, se puso por delante ya en el primer set en su duelo frente al serbio, al que liquidó en 2 horas y 18 minutos.

Berdych se enfrentará el domingo en la final masculina al vencedor de la otra semifinal que disputan hoy el español Rafa Nadal, número 1 del mundo y el británico Andy Murray, cuarto cabeza de serie.

Tras meterse en la final, el checo admitió, con rostro de satisfacción, que la sensación que sentía era «absolutamente increíble».

«Salir de la Central tras haber ganado en 3 sets... Ahora me cuesta describir cómo me siento, pero es alucinante», dijo.

Berdych admitió que el «sueño» de todo tenista profesional era disputar finales de Grand Slams y hacerlo en Wimbledon «es lo máximo».

Muy sólido aunque algo conservador al principio, Berdych se llevó ya el primer parcial, donde aprovechó la única opción de break de la que dispuso para encadenar golpes ganadores y cerrar el set con 6-3 en tan sólo 33 minutos.

Djokovic, el considerado favorito aunque el único de los cuatro semifinalistas que no cuenta con un título en esta superficie, no esperaba un rival sencillo. En sus previos encuentros, el serbio siempre logró tener la última palabra -con partidos finiquitados en 3 mangas-, aunque el tercer favorito jamás subestimó el juego de Berdych.

Muy al contrario, el tercer cabeza de serie elogiaba la víspera la mejoría evidente experimentada en el juego de su verdugo de hoy.

Berdych, un hombre que convirtió 3 de las 7 ocasiones de rotura que tuvo en este duelo, que se apuntó 34 «winners» en total, que incurrió en 17 errores no forzados e hizo 11 «aces», se creció con la ventaja del primer set.

Su segundo parcial no despertó el tenis del ganador del Abierto de Australia del 2008. Djokovic buscaba la remontada pero apenas lograba hacer un «break» en esta segunda manga, cuando malgastó 3 opciones de rotura.

Ese segundo set, el más largo (70 minutos) se decidió en un disputadísimo «tie-break», en el que Berdych estuvo cerca de tirar el parcial por la borda; Djokovic recibió un «warning» del juez de silla por expresar su cabreo ante una decisión arbitral -por una bola que había entrado y que cantaron «fuera"- arrojando su raqueta; y que ganó, también ahora, por 7-6 (9) un Berdych que ya iba lanzado a por la victoria.

En el set definitivo, el hombre checo, quizá el invitado sorpresa en esta penúltima ronda de Wimbledon, remató la hazaña.

Desbarató el servicio del serbio en el momento justo y selló un 6-3 que le mete en la final, donde aún no tiene rival. Será el español Rafael Nadal, número 1 del mundo, o el británico Andy Murray, cuarto favorito, que jugarán ahora la otra semifinal del cuadro masculino.