Laporta y Rossell se encontraron el domingo por la ncohe en el Camp Nou y se fundieron en un abrazo, que el primero calificó de "sincero". | Efe

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El presidente del Barcelona, Joan Laporta, aseguró ayer en el Camo Nou que Sandro Rosell, vencedor de las elecciones presidenciales, recibirá como legado para sus seis años de mandato «el mejor Barça de la historia».
«Rosell será el presidente del mejor Barça y me tendrá para todo lo que él quiera. No voy a molestar. Y si me requiere para que aporte algo, aportaré lo que pueda», subrayó ante los medios, tras la reunión de la comisión delegada que presidió.
Emplazó al nuevo presidente barcelonista a que luche por la «unidad del barcelonismo», idea que recordó que Rosell ha estado reclamando durante toda la campaña. «Tiene una gran oportunidad para conseguirlo, porque cuando ganamos en 2003 se produjo un cambio y hubo personas que se quedaron al margen de este cambio. Él, durante estos años, se ha ido trabajando a algunos sectores que no estaban por el cambio y él puede incorporarlos a partir de ahora», señaló Laporta, en alusión a sectores del barcelonismo y mediáticos que han sido muy críticos.
Laporta garantizó que no hará oposición ni pondrá «palos en las ruedas», propósito que ha emplazado a seguir a todos los barcelonistas. «Mi misión ahora es ayudar. Voy a hacer todo lo posible para no perjudicar al presidente del Barcelona», aseguraba.
El presidente saliente dijo que cumplirá con la agenda que tiene, aunque avanzó que tiene previsto reunirse con Rosell (bromeó con un encuentro en el «Speack Easy», lugar en el que se ha visualizó la fractura definitiva entre ambos en 2005) esta semana para llevar a cabo un traspaso de poderes adecuado.
Por este motivo, Laporta aseguró que la investidura del nuevo presidente, que tomará el cargo a partir del 1 de julio será público y que él dotará de la máxima entidad, como el que se produjo en 2003 cuando él se hizo cargo de la entidad.
El aún presidente felicitó a Sandro Rosell por haber ganado las elecciones y explicó que cuando le abrazó el domingo por la noche y le hizo alguna carantoña no fingió, sino que le surgió del corazón, a pesar de la tensión que ambos han vivido durante cinco años. «Sé de la complejidad que representa ser presidente del Barcelona. Anoche era un momento importante y por eso quise estar cerca en la sala París. Le di un abrazo porque me llegó un sentimiento, porque era un día importante. El abrazo fue por recordar los buenos tiempos. No podemos olvidar el camino que hicimos juntos», dijo Laporta, quien corroboró que habrá un traspaso de poderes sin ningún problema.