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Soweto, abreviatura de South West Township, es una ciudad próxima a Johannesburgo con una marcada identidad propia, que tendrá la oportunidad de sumarse a la lista de los grandes lugares del Mundo que han acogido un partido inaugural del Mundial.
Con una población que supera los tres millones de habitantes y a menos de veinte kilómetros al suroeste de Johannesburgo, Soweto es la cuna del fútbol sudafricano, aunque en el panorama mundial es mucho más conocida como lugar emblemático de la lucha contra el «apartheid» en la segunda mitad del pasado siglo. Lugares como Montevideo, Roma, París, Río de Janeiro, Santiago, Londres, México DF (en dos ocasiones), Buenos Aires, Barcelona, Milán o Múnich se encuentran entre las ciudades que han tenido el privilegio que ahora van a compartir con Soweto.
Este lugar, además, aporta la gran novedad de ser la primera ciudad de Africa en el que se va a disputar un partido de un Mundial de fútbol, el Sudáfrica-México de mañana.
En Soweto, una ciudad en sí misma, además de una parte muy importante del área metropolitana de Johannesburgo, vive el cuarenta por ciento de la población de la zona más densamente poblada del país y donde con más pasión se vive el fútbol en toda Sudáfrica. La cita tendrá lugar a las cuatro de la tarde (hora local) de mañana en un estadio con capacidad para cerca de 90.000 espectadores que recuerda por su forma al Nido de Pájaro de Pekín, donde tuvieron lugar los Juegos Olímpicos de 2008, y al estadio Olímpico de Berlín, donde se disputó hace cuatro años la final del Mundial de Alemania.
Sin embargo, a diferencia de aquellos recintos, el principal estadio del Mundial sudafricano está rodeado de ladrillos rojos, marrones y dorados, con pequeñas ventanas, lo que le da una gran espectacularidad y permite que sea visible desde una gran distancia.
En ese emplazamiento está el centro neurálgico del Mundial del fútbol de Sudáfrica, un país que tiene en Soweto el foco nacional de este deporte, a diferencia de lo que ocurre en Pretoria, Ciudad del Cabo, Bloemfontein o la propia Johannesburgo, donde el fútbol goza de menos predicamento y donde deportes como el crícket o el rugby acaparan una gran atención.
El estadio Soccer City de Soweto, según indicó la FIFA, no sólo representa una de las sedes más artísticas e inspiradoras del continente africano, sino que su diseño está inspirado en una rama africana conocida como «calabash», cuya estética se aprecia especialmente por la noche.
Este estadio no acogió hace un año encuentros de la Copa de las Confederaciones porque estaba en fase de construcción, pero ahora va a ser sede, además del Sudáfrica-México inaugural, de los partidos Holanda-Dinamarca, Argentina-Corea del Sur, Brasil-Costa de Marfil y Ghana-Alemania, junto a un partido de octavos, uno de cuartos y la final.
Montevideo, en Uruguay, acogió el primer encuentro de un Mundial, en 1930, y luego han sido habitualmente grandes núcleos urbanos o lugares con fuerte tradición futbolística los que han recibido los partidos inaugurales, en ocasiones más en función de dónde estaba ubicado el estadio que de la importancia de la ciudad en sí. Ahora Soweto busca su posición en el mundo.