Vicente del Bosque, ayer en Las Rozas. | Efe - Emilio Naranjo

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La selección española tiene previsto llegar a primera hora de hoy (9.30) al aeropuerto de Johannesburgo, a donde viaja en busca de alcanzar de una vez el sueño de un Mundial y con la vitola unánime de favorita. España será la última en llegar a territorio sudafricano y quiere ser la última en abandonarlo. Todo el mundo se ha deshecho en elogios hacia el equipo de Vicente del Bosque, al que gusta esta consideración pero no pierde la cabeza con ello. Los futbolistas asumen también dicha condición. Les agrada notablemente. Pero, como reconoció hoy el 'cerebro' Xavi Hernández, el mejor centrocampista del mundo, él y sus compañeros se ven más como candidatos que como favoritos.
Creerse superiores no entra en el diccionario de la 'Roja'. Saben que sería un pecado imperdonable, que un Mundial encierra multitud de 'trampas' y que la línea entre el éxito y el adiós es muy estrecha.
Primero encaran el grupo, los partidos ante Suiza, Honduras y Chile, y luego, si se cumplen las previsiones, llegará el momento de pensar en el temible cruce de octavos de final, en el que se presume que el rival será de enjundia, ya sea Brasil, Portugal o Costa de Marfil. Ese puede ser el primer gran momento en el que se ponga a prueba la auténtica valía mundialista de esta España, de este equipo que en los últimos tiempos tan solo ha perdido un partido, el de las semifinales de la Copa de las Confederaciones contra Estados Unidos.
Los internacionales, pese a todo, enterraron en Austria viejas penas, pero no se pueden olvidar de ellas. Han demostrado que son ganadores, pero palabras como humildad, cautela y tranquilidad son las que maneja el grupo, que se reencontró ayer, tras el día de descanso y la exhibición en Murcia ante Polonia.