TW
0
F.Fernández El Palau d'Esports de Son Moix tiene otra pinta. Pasan los meses, y camino del segundo aniversario de la fatídica tormenta que dejó maltrecha la instalación de referencia de Ciutat, los cambios se dejan notar. La pista polideportiva (los plazos se extienden en el caso de la piscina) ha sido el primer escenario en el que se ha aplicado cirugía en forma de ingeniería. El complejo proceso de instalación de la nueva cubierta, sustentada en unas espectaculares vigas de madera, empieza a mostrar sus frutos. Toda vez que se llevó a buen puerto la colocación de los puntales y el entramado sobre los que se sustentará el grueso de la cobertura, las primeras planchas y láminas que forman la cubierta ha permiten que la sombra regrese al pabellón, tras muchos meses expuesto a la intemperie.

Los trabajos se aceleran para que el recinto esté plenamente operativo antes de que finalice 2009, un reto para los gestores del Institut Municipal de l'Esport (IME), sabedores de la descongestión a nivel de instalaciones que supondrá la reapertura del emblemático Palau d'Esports, y la posibilidad que lleva consigo el contar con este escenario de cara a albergar competiciones deportivas de primer nivel a escala nacional e internacional. Por el momento, la cobertura se ha apoderado de la mitad oeste del pabellón polideportivo, que una vez que vea completado el complejo proceso, verá como las labores se concentran en la adecuación de la nueva pista, las gradas y el grueso de ese área, en vistas a hacer del nuevo Son Moix una instalación de referencia.

Compromiso
El nuevo Palau d'Esports de Son Moix quiere convertirse en una instalación comprometida con el medio ambiente y las normas de seguridad, y que cumpla el papel funcional que desempeñó antes de sufrir destrozos de calado industrial. El montante de la reforma integral del pabellón ascenderá a cerca de seis millones de euros, sin contar los trabajos a abordar en la piscina.

Las mejores en oficinas, gimnasios, vestuarios y otras estancias del Palau serán los siguientes pasos a concretar, sin dejar de lado la pista central, que pretende convertirse en una alternativa para el Palma Arena, que ha absorbido el grueso de la demanda que, anteriormente, estaba en manos de un Son Moix que empieza a recuperar la imagen de esplendor de antaño y encara una nueva y prometedora etapa.