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Miquel Alzamora La junta general de accionistas del Real Mallorca aprobó ayer las cuentas correspondientes a la pasada temporada que reflejan un superávit de setecientos mil euros aproximadamente. A la reunión acudieron el presidente del club, Mateo Alemany, los accionistas Xavier Cabotà y José Miguel García, los miembros del bufete Buades, Joan Buades, Luis Huerta y Toni Tugores, Pep Lluís Cortés, uno de los accionistas minoritarios del club y los administradores concursales, Salvador Fornés, Raimundo Zaforteza y Jorge Sáinz de Baranda. Estos tres profesionales tutelan la suspensión de pagos en las que están inmersas las empresas de Vicenç Grande.

A la conclusión del consejo, el portavoz Joan Buades explicó que el ejercicio contable de la temporada pasada se aprobó por unanimidad, pero recordó que el Mallorca sigue teniendo una deuda histórica de ejercicios anteriores y que apunta a una cifra aproximada de cuarenta millones de euros. «Es una deuda significativa, pero dentro de lo que ha sido la historia evolutiva del Mallorca no es desmesurada mientras las cosas vayan bien», comentó.

Sobre la gestión de Vicenç Grande la pasada temporada y que está levantando muchos interrogantes desde el punto de vista financiero, Buades puntualizó que «deportivamente en su mandato se dieron resultados satisfactorios y no soy yo quien tiene que juzgarle, la historia lo juzgará y quiero pensar que será generosa con él. La situación económica es más complicada», declaró. Respecto a la auditoría que debe aclarar las cuentas del club, Buades comentó que espera que el resultado de la misma sirva para «aclarar todas las preguntas que la gente se hace. No quiere decir que sea un resultado donde haya muchas sorpresas y confío en que todo tenga una explicación. Hasta que no tenga una prueba que me indique lo contrario, pensaré que las cosas se han hecho bien», manifestó Joan Buades. «Nosotros nos hacemos muchas preguntas como vosotros "refiriéndose a los periodistas", pero el Mallorca, como todos los clubes, ha sufrido una historia económica muy complicada», manifestó. Buades espera que esta grave situación económica no suponga la desaparición del club, pese a que hay deudas graves como la que mantiene con la Agencia Tributaria. «Hacienda siempre nos ha ayudado mucho y no querríamos romper esta colaboración que ha habido y su comprensión», dijo. «Queremos solucionar esta situación porque es nuestra obligación», comentó Buades. La deuda con la Agencia Tributaria ronda los diez millones y medio de euros.