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Alfonso Gil|VALENCIA
El Valencia, a base de fuerza y de creer en sus posibilidades, remontó ante el Espanyol en un partido en el que el equipo catalán acusó la inferioridad numérica con la que jugó desde los minutos finales del primer período, tras la expulsión de Rufete por dos amarillas.

Aunque al principio el equipo local impuso su ritmo de juego, fue el Espanyol el que se adelantó en el marcador, lo que obligó al Valencia volcarse en el segundo tiempo sobre la meta visitante para lograr la remontada que obtuvo ante un equipo que planteó bien el encuentro, que supo defenderse, pero que acusó mucho la expulsión.

Durante la primera media hora, el Valencia desplegó un buen fútbol ante un rival que no se atrincheró en su parcela, sino que buscó hacer daño con salidas al contragolpe.

Así se llegó al minuto 29 cuando el Espanyol se adelantó en el marcador en una acción que se gestó tras una pérdida del balón por Albelda en el centro del campo local. Román disparo desde lejos y el balón, tras rebotar en el propio Albelda, entró en la portería del brasileño Renan.

El gol descentró al Valencia que estuvo desorientado al menos hasta la expulsión de Rufete, que se produjo diez minutos después al ver la segunda cartulina amarilla tras haber tocado el balón con el brazo en dos ocasiones.

Tras el descanso el Valencia se volcó sobre la meta de Kameni y aunque apenas encontró espacios para crear peligro, en un córner, Albiol estableció el empate en el marcador.

A partir de entonces, el guión del encuentro no deparó sorpresas, ya que el Valencia trató de buscar con insistencia el segundo gol, mientras que el Espanyol, aunque muy cerrado atrás, no descartó dar la sorpresa y marcar el segundo a la contra.

Así, en el minuto 82, una de las numerosas penetraciones del equipo local propició una combinación por la izquierda que Vicente envió al fondo de la portería de Kameni.