TW
0
F.Fernández El Club Bàsquet Mallorquí, resultado de la unión entre Inca y Muro, será una realidad cuando mañana se firme su constitución oficial, dando forma definitiva a un proyecto promovido por el Govern, en el que el Palma (Alcúdia) se quedó en el camino, y que permite a sus protagonistas obtener la viabilidad económica y deportiva para que el baloncesto siga teniendo ambas localidades como epicentro. La directiva del Bàsquet Inca, encabezada por su presidente, Joan Llompart, explicó a sus socios en Asamblea General Extraordinaria los entresijos del proyecto, obteniendo el respaldo del medio centenar de asistentes al encuentro, celebrado en el Claustre de Santo Domingo.

Llompart inició su largo parlamento realizando una cronología de los hechos, desde el planteamiento por parte de Esports a Inca, Palma y Muro de su idea, ante la falta de patrocinadores y la delicada situación de los tres clubes de cara a la próxima temporada, hasta la oficialización del Bàsquet Mallorquí. El momento clave, según Llompart, llegó en el derbi del Palma Arena, cuando el dirigente inquense ratificó a su homólogo en Ciutat, Guillem Alomar, su única intención de jugar en la capital de es Raiguer. A raíz de ese planteamiento, el Palma salió del proyecto y Muro e Inca emprendieron en solitario el camino, con sus estructuras diferenciadas. Joan Pons apuntó que la idea del Palma era la de constituir una SAD, poseyendo un mayor porcentaje del capital social, mientras el Bàsquet Inca debería vender su plaza en LEB Oro.

El garantizado apoyo del Govern a la hora de recibir una subvención conjunta idéntica a la percibida en la temporada que se agota asegura la viabilidad del proyecto, que contará con un equipo en LEB Oro (Inca) y otro en EBA (Muro), ambos bajo la tutela del Club Bàsquet Mallorquí, pero con la denominación de Bàsquet Mallorca, a expensas de la llegada de un posible patrocinador (su nombre se uniría al de Mallorca), sin dejar de lado las ayudas institucionales y las que indirectamente y a nivel de espónsors lleguen.