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Fernando Fernández
La pista, la joya de Sant Ferran, ya es una realidad con la instalación de las primeras láminas de madera siberiana que darán forma al escenario en el que se dirimirán las medallas del Mundial de ciclismo en pista. Sobre los 250 metros de cuerda fijados para el velódromo palmesano, y tras la conclusión del esqueleto formado por 360 vigas, se han comenzado a encajar los listones traídos desde Rusia y pulidos en Austria, unas piezas fundamentales dentro de los esquemas del multiusos palmesano. Toda vez que se fijó con enorme precisión la inclinación del peraltado, el proceso de colocación de las láminas es mecánico y se espera finalizar antes de la Navidad.

Toda vez que el óvalo y la infraestructura interior ya están en marcha, y en plena cuenta atrás para el primer test -previsto para finales de enero-, la preocupación de los técnicos es poder cumplir los plazos previstos en la finalización de la parte superior del pabellón. De hecho, ayer comenzó el asentamiento del penúltimo pilar que une la estructura principal con el anillo de la cúpula, y se han dado los primeros pasos para llevar a cabo la cubrición de la espectacular cubierta. Mañana está previsto que se inicie el alzamiento de la última viga, que completará así el anillo que preside Sant Ferran. Cabe recordar que, al margen de los primeros tests, a principios del mes de febrero se llevará a cabo el Campeonato de España de pista, como antesala a un encuentro internacional que servirá de aperitivo en vistas al Mundial, que arranca el 29 de marzo y toca a su fin el 1 de abril de 2007.

No sólo en el epicentro del velódromo se concentra la actividad de los operarios, ya que al mismo tiempo se están instalando un total de 4.350 asientos a lo largo del perímetro del óvalo. Con ello, Sant Ferran se asemeja a la instalación que a finales de marzo de 2007 reunirá a los mejores pistards del planeta. Ahora, y hasta la finalización de la obra gruesa, el trabajo más importante para la UTE formada por Fomento y Melchor Mascaró, se concentra en la cubrición de la cúpula, la que para los técnicos es la fase más delicada. El arquitecto holandés Sander Douma supervisó en primera persona el asentamiento de las vigas y en los próximos días regresará a la isla para dar el visto bueno a la finalización de la pista, que a medida que se va consolidando se cubre con una lona especial para evitar que la lluvia y la humedad puedan dañar la madera.