Prats recrimina a Navarro una acción. Foto: IB3 TV

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Miquel Alzamora
Fernando Navarro y Toni Prats protagonizaron ayer un «roce» en el entrenaniento matinal que no pasó a mayores, pero exteriorizó la tensión que hay en estos momentos en el equipo ante la situación deportiva por la que atraviesa el Real Mallorca. Los hechos tuvieron lugar a pocos minutos de terminar el trabajo de campo. El equipo estaba realizando un partido de entrenamiento y una falta de entendimiento por un balón entre el lateral y el portero acabó en una discusión subida de tono. Toni Prats recriminó la decisión que tomó el defensa y éste le obvió totalmente, sin escucharle ni mirarle a la cara, Fernando le giraba la cabeza ignorándole totalmente. Prats le seguía recriminando la acción. «Oye nene, ¿qué pasa, no me has oído?, si yo te digo que la dejes -a la pelota- la tienes que dejar». Navarro seguía sin mirarle a la cara y ante esta actidud, Prats se acercó a él diciéndole «¡escúchame muchacho!».

El incidente en sí no pasó a mayores, pero quedó claro quién manda sobre el campo, quién es el veterano y quién lleva los galones. Prats no es un futbolista ni conflictivo ni polémico. Todo lo contrario. Es un profesional ejemplar en todos los sentidos y demostró que con él no se juega. Es ley de vida en un vestuario. La veteranía cuenta y punto. Sin embargo, hechos como estos no suelen suceder cuando el equipo gana y los resultados son buenos. Por regla general, estos problemas surgen cuando los resultados no son buenos y se asoman situaciones de crisis. Este incidente no es habitual en cada entrenamiento, más bien todo lo contrario, aunque esta temporada ya es la segunda ocasión en que trasciende a los medios un incidente ocurrido sobre el terreno de juego y ante la presencia de los medios informativos. El primero fue con motivo de una charla, también subida de tono, entre el preparador físico, Toni Servera y los jugadores. Ayer tuvo lugar la segunda imagen. Las interpretaciones son dos. Una que apunta al nerviosismo por la situación deportiva y otra -esta es la escogida por los futbolistas- que indica tensión de trabajo y entrenamientos intensos. Se da la circunstancia que Fernando Navarro el día antes había manifestado que era «todo el equipo» quien estaba bajo sospecha desde el punto de vista defensivo, aunque esto puede no ser vinculante con lo sucedido ayer sobre el césped de la ciudad deportiva de Son Bibiloni.

Escenas como la de ayer suelen darse más frecuentemente en equipos que están situados en descenso -no es el caso del Mallorca- o con graves problema de vestuario -circunstancia que tampoco ocurre, según los futbolistas-. Respecto a esta situacion dos jugadores hablaron ayer de la escena protagonizada por Prats y Navarro. El centrocampista Jonás Gutiérrez fue interrogado al respecto y le quitó toda importancia. «Eso pasa en todos lados. Todos quieren ganar, estaban en el mismo equipo y simplemente se recriminaron cosas. Nada más, todo quedó ahí, fue una bronca del momento», señaló el jugador argentino. Jordi López también fue preguntado por las consecuencias de acciones como la de ayer. «No se puede sacar ninguna conclusión de lo sucedido. Ha sido una situación de entrenamiento a la que no se ha dado ninguna importancia porque repito que son situaciones donde todos entrenan bien, con mucha seriedad y simplemente son cosas que tiene el fútbol. No hay ningún nervio ni ninguna tensión en el vestuario», concluyó el centrocampista catalán.