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Javier García-Ochoa|BARCELONA
Fernando Alonso (Renault) logró ayer la victoria en el cincuentenario del Gran Premio de España, disputado en el circuito de Catalunya ante 132.000 espectadores, que por fin pudieron ver al asturiano ganar su gran premio nacional. La victoria de Alonso fue tan aplastante que durante la última vuelta se dedicó a corresponder los aplausos del público y a pesar de ello cruzó la línea de meta con 18'5 segundos de ventaja sobre el alemán Michael Schumacher (Ferrari). La carrera, como es habitual en este circuito en el que los coches han entrenado hasta la saciedad, resultó falta de emoción y se convirtió en una procesión solo alterada por las torpezas del colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren-Mercedes) y del alemán Ralf Schumacher (Toyota). Montoya dio un trompo y no logró sacar el coche completamente a la pista, porque le patinaban las ruedas trasera en la hierba, y lo dejó con el morro fuera en una posición peligrosa y Ralf Schumacher se llevó por delante a su compañero en el equipo Toyota, Jarno Trulli, al final de recta, pero el italiano pudo continuar, mientras el alemán se retiraba.

Fernando Alonso partía desde el primer puesto de la formación de salida y como es natural no falló en la misma y se situó líder, posición que sólo perdió cuando se detuvo a repostar y cambiar neumáticos, para recuperarla rápidamente cuando les tocaba hacerlo a sus perseguidores. Las últimas vueltas fueron para disfrute de Fernando Alonso y del público que llenó el circuito, la ventaja que había acumulado sobre Michael Schumacher era más que suficiente como para que la victoria no estuviera en peligro y piloto y espectadores se dieron ese gustazo. Cuando Alonso desembocó en la recta de meta comenzó a llevar el coche de un lado a otro de la pista y luego di rienda suelta a su alegría, levantó los brazos al cielo, correspondía a los aplausos del público con aplausos y no faltó alguna que otra traca.

Para completar la fiesta solo le ha faltado la vuelta rápida en carrera, de la que sólo le separaron 75 milésimas de segundo, en la vuelta 39 dio Alonso su mejor giro y tres después Felipe Massa (Ferrari) establecía el definitivo. Los Ferrari, que parecían una amenaza antes de la carrera, no han inquietado a Fernando Alonso durante la carrera, Michael Schumacher alargó en seis vueltas sus repostajes en relación con el vencedor, pero en las mismas no logró la más mínima ventaja y después de la segunda parada, al ver que no podía alcanzarle, se dio por vencido. Renault y Ferrari se han repartido los cuatro primeros puestos y tras Alonso y Schumacher han terminado el italiano Giancarlo Fisichella y Felipe Massa, ambos muy lejos de sus jefes de fila. Los Mclaren-Mercedes no han estado en el golpe durante todo el fin de semana, lo único positivo en la jornada de hoy ha sido la salida de Kimi Raikkonen, en la que ganó cuatro puestos al enfilarse entre los Toyota de Ralf Schumacher y Jarno Trulli y los Honda de Button y Barrichello.