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Gregorio Manzano no está dispuesto a facilitarle nada al Sevilla. El técnico jienense quiere que su equipo escape cuanto antes del incendio que se ha originado en la parte baja de la clasificación y sabe que la forma más rápida de conseguirlo es a base triunfos. Para el preparador mallorquinista el partido de mañana será uno de los más complicados de superar debido a la calidad que habita en la plantilla hispalense, pero eso no va a reducir las aspiraciones del conjunto isleño sobre el césped del Ramón Sánchez Pizjuán.

«Un empate nunca es bueno, se trabaja siempre para ganar y con esa intención afrontamos todos los partidos», señalaba ayer tras el penúltimo entrenamiento de la plantilla antes de la cita. El cerco de la permanencia se estrecha, pero el mensaje de los rojillos sigue siendo ambicioso y el miedo al fracaso continúa aparcado en el vestuario.

El entrenador del Real Mallorca apuesta por la continuidad, por alargar todo lo expuesto ultimamente sobre el terreno de juego, para seguir evolucionando y recortar el terreno perdido tras los empates cosechados frente a Racing y Villarreal: «Ahora tenemos que intentar por todos los medios seguir en esta misma línea de trabajo, de actitud y de compromiso. Ultimamente estamos siempre más cerca de la victoria que de la derrota, pero esto es un juego y lo que hace falta es acertar. La semana pasada por ejemplo, el resultado podía haber sido mucho mejor, pero el empate hay que valorarlo desde muchos puntos de vista y está ya muy lejos. Me quedo con el trabajo que hicimos y aunque no ganamos, esa es la línea que debemos seguir. De momento estamos fuera de peligro, que es el objetivo que teníamos hace un mes. Si permanecemos en Primera a través de empates lo firmo ahora mismo, aunque más vale ir de tres en tres», asegura.