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0 MALLORCA B: Cabrero (H), Pablo Cendrós (H), Campos (H), José (-), Camacho (H), Zazo (H), Ernesto García (H), Rafita (H), Víctor (-), Johan (HH) y Guzmán (H).
Cambios: Miguel Àngel (H) por José; Carmona (HH) por Ernesto García y Sebas (H) por Camacho.
1 LAS PALMAS: Cicovic (H), Alberto (H), Jonathan (HH), Carmelo (H), Cacá (HH), Tomás (H), David García (-), Javi Martel (H), Ismael (H), Riaño (H) y Aythami (HH).
Cambios: Nacho Jara (H) por Tomás; Aday (H) por Carmelo y David González (H) por Cacá.
Àrbitro: Fuentes Martín (H). Amonestó a Pablo Cendrós, José, Camacho, Guzmán, Alberto, Jonathan, Javi Martel, Ismael, Aythami y Aday.
Gol: 0-1, minuto 12, Cacá de penalti.

Carlos Román
El filial mallorquinista ha vuelto a tirar por tierra todo lo que había avanzado y su continuidad en Segunda B parece sujeta con alfileres. Los baleares encadenaron ayer su segunda derrota consecutiva, esta vez ante el Las Palmas, y se encuentran ya muy lejos de la salida del laberinto. El tropiezo supone además un duro revés moral para un grupo marcado por el infortunio, al que le va a costar mucho sacar adelante el torneo.

El Mallorca B se estrelló desde el inicio con un equipo muy experimentado que le taponó todas las vías de entrada y que aprovechó la contundencia de sus jugadores más rocosos para ir abriendose paso en el partido. Y lo consiguió muy pronto, tal vez sin merecerlo aún para lo que había expuesto sobre el terreno de juego. El colegiado catalán Fuentes Martín se inventó un extraño penalti que dejó helada a la defensa local y el brasileño Cacá no dejó pasar la oportunidad de perforar le meta enemiga con un preciso y colocado lanzamiento.

Los rojillos se toparon sin esperarlo con un gol en contra y mucho trabajo por delante. Cazorla tuvo que aplicar los primeros cambios en defensa para darle entrada a Miguel Àngel y Las Palmas se fue acomodando en el campo consciente de que el desgaste tenía que correr a cargo de su oponente. Aún así, las opciones de los locales hasta el descanso fueron escasas y aisladas.

En la segunda mitad los grancanarios mantuvieron su discurso y esperaron a que el filial fuera perdiendo la compostura con el paso del tiempo. Sin embargo, se quedaron enseguida con un hombre menos por expulsión de David García (minuto 48) y se vieron obligados a retrasar posiciones para buscar la salida al contragolpe, donde Cacá seguía siendo una amenaza por su potencia.

El técnico mallorquinista recurrió a Carmona y éste inicialmente se cargó el equipo a sus espaldas llevando la manija del juego. Aún así, los bermellones carecieron de la puntería necesaria y se juego se fue apagando al mismo tiempo que el partido, porque los canarios daban la sensación de tenerlo todo muy controlado. El filial también acabó jugando con diez por la baja de Johan y desfalleció sin poder reivindicarse.