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Óscar Freire no podía haber escogido un escenario mejor para lucir su maillot de campeón del Mundo. El ciclista de Torrelavega, cuya imagen está permanentemente asociada al color iris, demostró en la meta del Passeig Marítim que es uno de los velocistas más solventes del pelotón y no le pesaron las piernas en su primer desafío de la temporada. «Es una buena manera de empezar el año», declaraba entre sonrisas el cántabro tras superar a Isaac Gálvez en un apretado esprint. Freire relató su triunfo argumentando que «el primer dia del año nadie sabe cómo está el resto de la gente y por eso mi equipo ha estado siempre delante. De Jongh me ha hecho un gran trabajo que me ha permitido coger bien la rueda, Gálvez se ha ido abriendo y le he podido pasar en los últimos metros», señalaba el corredor del Rabobank holandés. Para el campeón del Mundo, la primera etapa de la Challenge tuvo los ingredientes necesarios para satisfacer al gran público: «Ha sido una carrera bonita. Que hubiera guerra desde el principio era una posibilidad porque hay mucha gente que sabe que no puede llegar al esprint y ganar y por eso lo intentan desde lejos». El primer líder de la carrera destacó sobre su actuación que «las piernas me han respondido bastante bien y espero que los demás días vaya igual porque esto sólo acaba de empezar».

Freire, que volvió a ganar en Palma tal y como hiciera después conquistar su primer el primero de sus tres Mundiales, destacó el efecto talismán de la prenda que consiguió en Verona, aunque quiso dejar claro que le queda todavía mucho por delante: «La primera carrera tampoco quiere decir mucho. Era un circuito practicamente llano y muy diferente a una etapa en línea en la puede haber algo de montaña. En cualquier caso, empezar con una victoria siempre es una buena señal». Toni Colom era otro de los corredores más reclamados a la conclusión de la primera etapa. Ebunyolí del Team Illes Balers aseguraba que «todo el equipo se ha encontrado muy bien. Ha habido una escapada que no deberiamos haber permitido porque después hemos sufrido un desgaste muy importante y al final nos ha costado la victoria».

El ganador de la última edición de la Challenge resaltó además que no se encuentra a su mejor nivel, aunque la prueba mallorquina le servirá para ir cogiendo la forma. «Esperemos que en las vueltas a Valencia y Murcia esté ya en mi mejor momento, pero espero que estos días siga haciendo sol porque esto me motivaría un poco más», afirmaba. El ciclista isleño no dudó en señalar a sus favoritos y señaló que «Vicenç Reynés está en un gran momento y creo que es, junto a Valverde, uno de los grandes aspirantes a ganar la carrera». Colom agregó, un año después de su triunfo en la ronda mallorquina, que «en este tiempo he tenido la satisfacción de continuar en el Illes Balears. Espero poder darle muchas satisfacciones a mi público durante muchos años».