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Metido de lleno en una dinámica positiva, el Mallorca visita Málaga, plaza complicada. Allí apenas ha ganado un partido en las cinco últimas temporadas y allí se va a jugar gran parte de su futuro en el torneo. El equipo de Cúper encontró una puerta abierta ante el Getafe y ahora persigue un triunfo que dispare sus expectativas, que eran muy pobres hasta que Luis García dio con la fórmula la pasada semana (La Rosaleda, 17.00 horas, PPV).

Lo cierto es que da la sensación de que el Mallorca ha ganado más de un partido en las últimas semanas. Todo en la Isla se ha impregnado de un optimismo desconocido hasta ahora, tal vez porque el mallorquinismo estaba ávido de buenas noticias. La hinchada ha vuelto a creer en el proyecto y la confianza ciega que se tenía en el manual de Cúper se ha vuelto a reactivar. Pero el único dato tangible es que el grupo isleño sigue metido en un buen lío, penúltimo y en posiciones de descenso. Tiene al Málaga a cuatro puntos y no gana lejos de Ciutat desde el 21 de noviembre, cuando le atizó al Zaragoza. Lo otro es simplemente una percepción de que el Mallorca va creciendo.

Eso debe pensar también Cúper, que repetirá el mismo equipo que jugó ante el Getafe. Sólo introducirá la variante de Iuliano, que entrará en el once en sustitución de Sergio Ballesteros, que padece un problema en el tobillo. El técnico argentino apuesta por el mismo esquema que le dio el éxito ante el conjunto madrileño, con Campano (que cumplirá su partido 100 en Liga con el Mallorca) actuando por la derecha y Tuni por la izquierda en el centro del campo. Juan Arango jugará por delante de De los Santos en el círculo central, con Luis García y Okubo en ataque. Iuliano acompañará a Iván Ramis en el eje de la zaga, porque el italiano, además de cumplir su sanción, también ha superado las molestias que sufría en su rodilla.

El Mallorca busca puntos terapéuticos, porque además de sumar evitaría que uno de sus rivales directos en la lucha por la salvación lo hiciera. El equipo de Antonio Tapia ha salido a flote en las últimas semanas gracias a dos triunfos en ristra ante Sevilla y Atlético de Madrid en su estadio, a pesar de que el pasado domingo perdieran ante el Zaragoza en La Romareda. Con todo, el Málaga está al límite de las posiciones de descenso y ha tenido que recurrir al mercado para intentar mejorar las prestaciones del equipo. Tapia no podrá contar con los portugueses Edgar y Duda, expulsados en La Romareda. Por ello, el lateral derecho lo podría ocupar el uruguayo Marcelo Romero y la banda derecha del centro del campo el sevillano Gerardo García. Es muy probable que Baiano debute ante su hinchada como referencia en el ataque junto a Juan Rodríguez, mientras Míchel actúa por la izquierda y Tote espera su oportunidad en el banquillo, en el que estarán Wanchope y Amoroso.

Málaga y Mallorca son dos equipos en pleno proceso de reconstrucción, porque han firmado una primera vuelta deficiente. Gregorio Manzano fue despedido cuando el conjunto andaluz inició un peligroso ejercicio de caída libre y Cúper apareció en la Isla para rescatar a un grupo en ruinas. Por eso los dos clubes han tenido que tirar de talonario en busca de algo que echarse a la boca en este segundo tramo del campeonato. Que si Okubo y Romeo para mejorar el aspecto del Mallorca en ataque, que si Baiano y Míchel para que el Málaga gane en profundidad... Todo en busca de un objetivo perentorio, mantener la categoría.

Ese propósito persigue también Cúper y en esa dirección trabaja. Ha programado dos sesiones de entrenamiento a puerta cerrada en busca de intimidad, tal vez para mejorar los hábitos tácticos del equipo. A pesar de ese hermetismo, el entrenador de Chabas sólo ha previsto la entrada de Iuliano en la plaza de Ballesteros, a pesar de que es probable que Juan Arango sea más prudente en ataque. Es decir, podría formar incluso de forma paralela con De los Santos, un tipo que tendrá un recibimiento especial en un estadio en el que actuó durante tres temporadas.

El Mallorca encara una nueva cita trascendental para su futuro en un partido con dos vías: una victoria le postularía de forma definitiva como un equipo que cotiza al alza, pero una derrota le dejaría en cueros y muy lejos de uno de sus rivales directos.

El brasileño Felipe Melo, que se autodefine como «menos fuerte pero más técnico que Baptista», firmó su primera lista y, a juzgar por las palabras de Cúper, tiene opciones de debutar en Málaga. También destaca la presencia de Ballesteros, que superó sus problemas físicos, aunque es probable que sea suplente.