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EFE-CÀDIZ Rusia, una de las selecciones fijas en los pronósticos de todas las competiciones internacionales, interrumpió la victoriosa trayectoria que España estaba marcando en su camino hacia el Europeo con el resultado (56-73), dando una demostración práctica de las enormes dificultades que Javier Imbroda y sus hombres se encontrarán dentro de unos días sobre las pistas turcas . El contragolpe, los centímetros y la puntería de los rusos reprodujeron fielmente el complicado escenario que espera al combinado nacional en Turquía, cuya selección, rival del conjunto español en la primera fase, ya ha derrotado por 21 puntos a la formación del legendario Stanislav Eremin en un encuentro amistoso (92-71).

Sin duda alguna, la mayor deficiencia de España proviene de la línea de triples. Hasta ahora, las victorias habían atenuado el problema, pero la prueba contra Rusia lo ha vuelto a poner en danza porque España rubricó la primera derrota de su preparación con un alarmante siete de veinticinco desde el arco. Los amistosos sirven para detectar lagunas en el juego y, en ese sentido, el encuentro resultó un éxito completo porque los rusos desnudaron todo el entramado táctico español y lanzaron un toque de atención para los hombres de Imbroda que no debería caer en saco roto.

La modificación del cinco titular con la entrada de Paco Vázquez, el mejor triplista de la temporada pasada en la ACB, tampoco mejoró el rendimiento de la selección desde el perímetro a pesar del empeño de Paraíso, Navarro y Carlos Garbajosa, que fue el más efectivo desde los 6'25 metros (2 de 3). España se sintió incómoda desde el principio y acabó el partido confundida y por los incesantes contragolpes y acciones del perímetro ruso, donde los hermanos Pashutin, Evgueni y Zakhar, y más tarde Kudelin y Chikalkin convirtieron el aro en una diana.