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FERNANDO FERNÀNDEZ
Miguel Àngel Cabral Torres (Jerez de la Frontera, 1970) pasa por ser uno de los referentes del proyecto Abós. Subcampeón de la Recopa de Europa con el Real Madrid en el ya lejano curso baloncestístico 89/90, ha escrito su vida deportiva entre la élite del deporte de la canasta. El destino le llevó al Gran Canaria, Breogán, Cáceres y Caja Cantabria. Con ellos conoció las mieles de la ACB. Durante el pasado año, Tenerife fue su escala antes de entrar en los planes de un José Luis Abós que cuenta con sus centímetros y su experiencia como aval.

Habituado a tratar de tú a tú a los mejores, en Inca ha topado «con un equipo nuevo, pero con mucha gente que ya se conocía de etapas anteriores y que tiene muchas ganas de hacerlo bien. Somos conscientes de que Drac Inca ha puesto en marcha un proyecto que en un futuro debería llegar a la ACB, pero la LEB ha madurado bastante, y con ello ha crecido el nivel de los equipos. Antes destacaban 3 ó 4 conjuntos, y ahora son 10 ó 12. Nosotros debemos ser conscientes de nuestras opciones, y si se presenta la opción de subir a ACB, no desecharla», afirma un Cabral que junto a sus compañeros iniciará esta mañana el stage de pretemporada en las instalaciones de la UIB.

El andaluz es consciente de que por su dilatado currículum, tanto a él como a Santi Aldama se les va a exigir más en los momentos clave, «aunque en este equipo, la mayoría de los jugadores tienen carácter como para tomar decisiones importantes en situaciones límite».

Con José Luis Abós nunca había coincidido en un vestuario, «pero las referencias que tengo de él son excelentes como rival. Exige muchísimo y le gusta que sus jugadores sean agresivos en el parqué, dando el cien por cien. Una virtud que posee es la de distinguir como pocos el campo personal y el profesional».