Marcelino, en una imagen captada en el partido entre Mallorca y Real Madrid. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

TW
0

Siguen lloviendo las ofertas por los jugadores del Real Mallorca. La última en llegar a los despachos de la Plaza de Barcelona es la que a través de un representante del Leeds United a llegado al club bermellón. Uno de los ojeadores del Leeds, Ian McNeil, ha seguido muy de cerca esta temporada a Marcelino y sus informes son inmejorables. El presidente del conjunto inglés, Peter Ridsdale, dijo que ellos no han formulado ninguna oferta por el futbolista y que no les interesa pero el agente del jugador con el que Ultima Hora contactó confirmó ayer dicho interés asegurando que la cantidad que se ha ofrecido por el defensa asciende a cinco millones de dólares, algo más de setecientos millones de pesetas.

El Mallorca se apresuró a declarar intrasferible al jugador nada más conocer el interés del equipo de la Premier League por fichar al central asturiano y hasta el mes de junio no quiere saber nada de ofertas por muy importantes que sean. El futbolista comentó ayer a esta redacción que «algo ha habido del tema pero no pasa nada, además yo no sé mucho de esta cuestión, esto es cosa de mi representante», comentó.

El Mallorca no vende pese a que si en estos días hubiese aceptado esta oferta y la de Dani habría ingresado más de 1.500 millones de pesetas. El club sabe de la importancia que en estos momentos tienen jugadores como Dani o Marcelino y de la necesidad de que ambos futbolistas continúen ligados al Mallorca al menos hasta el próximo treinta de junio. Marcelino seguirá en la Isla. Así lo confirmó el club y también su representante.

El «falso periodista» pide perdón públicamente
El aficionado que al término del partido entre el Real Madrid y el Real Mallorca increpó al árbitro, Pérez Burrull, pidió ayer disculpas públicamente en Antena 3TV. Este seguidor relató que «un compañero me prestó un carnet de prensa y yo conseguí el peto. Al final del partido es verdad que me dirigí al colegiado pero no le insulté. Le dije que era un mal árbitro». Este aficionado añadió que «no creía que se armaría tanto revuelo y ahora creo que no volverá a ir nunca a un campo de fútbol», concluyó.