La española María Bernabeu tras el combate. | TORU HANAI

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La delegación española de judo confirmó una nueva decepción en los Juegos Olímpicos al cerrar su participación en Río de Janeiro sin medallas, como ocurriera en Atenas, Pekín y Londres, después de la amarga despedida este miércoles de María Bernabéu en la pelea por el bronce en la categoría de 70 kilos.

El arte marcial japonés, otrora mina de éxitos, volvió a salir cruz para los intereses de España. A la cita brasileña acudían cinco judocas con sensaciones positivas, pero cuatro de ellos, Julia Figueroa, Laura Gómez, Sugoi Uriarte y Francisco Garrigos, no estuvieron ni cerca del metal.

Buenas bazas que fueron cayendo hasta este miércoles, cuando María Bernabéu se quedó con la miel en los labios. La salmantina vio esfumarse el bronce en la técnica de oro ante la alemana Laura Vargas Koch, en categoría -70 kg, a pesar de dominar el combate previamente.

La savia nueva del judo español tendrá que pensar ya en Tokio 2020, donde la sequía de medallas sumará ya 20 años. Una disciplina que lució en Barcelona'92 con los oros de Miriam Blasco y Almudena Muñoz y que tuvo continuidad cuatro años después.

En Atlanta, Ernesto Pérez Lobo fue plata e Isabel Fernández y Yolanda Soler sumaron sendos bronces. El oro de la judoca alicantina en Sydney 2000 marcó la sexta y la última medalla de España, la que no encuentra relevo.