El mallorquín exhibió sus grandes condiciones en su estreno en los Juegos. | Fernando Fernández

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La historia reclama a gritos a uno de los deportistas llamados a dejar su huella en Londres. La pista de Eton Dorney puede ser testigo hoy de una nueva gesta para el deporte balear y español de la mano de un piragüista que, en poco más de un año, ha pasado de llegar al Europeo como novato a ser claro aspirante al oro olímpico. El mallorquín Sete Benavides (Real Club Náutico del Port de Pollença) quiere entrar hoy en los anales pisando el podio tras la final de canoa en C1 200 metros que esta mañana (10:54, hora española) disputará como colofón a un notable estreno en sus primeros Juegos.

Benavides llega avalado por su condición de doble subcampeón europeo y bronce en el último Mundial, además de la tercera plaza obtenida en el Preolímpico disputado en esta misma pista y victorias como la reciente Copa del Mundo en Duisburgo. Además, sus marcas le sirven de carta de presentación. No en vano, ayer fijó durante unas horas el récord olímpico de la especialidad, que debutaba en el programa olímpico. Fue al acabar en primera posición en su serie clasificatoria, con un registro de 40.993. No en vano, Sete fue el único en palear siempre en menos de 41 segundos durante toda la mañana en unas aguas duras y en las que el viento brilló por su ausencia. Benavides mandó en su estreno y se sacudió los nervios con una notable primera plaza, pese a un mal arranque.

La sorpresa llegó en la primera serie, en la que el azerbayano Valentin Demyanenko, principal adversario del balear, entraba último y quedaba fuera de competición Un problema menos para Sete, que en semifinales tuvo que capear con el ruso Ivan Shtyl en la segunda semifinal.

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El lituano Jevgenij Shuklin (41.483) y el francés Mathieu Goubel (41.938) obtuvieron plaza en la primera serie por la final -pasaban los dos primeros y los dos mejores tiempos inmediatos-, de la misma manera que el mallorquín y el ruso. Shtyl marcó un fuerte ritmo, y pese al empuje de Sete, se hacía con la primera plaza (40.346, por 40.619 de Benavides).

Rivales

La segunda le valía a Sete el pasaporte a la finalísima y el diploma, en una manga en la que el eslovaco Lubomir Hagara (41.472) se clasificaba por tiempos. En la tercera y última, el ucraniano Yuri Cheban (40.647) -otro adversario a vigilar- y el bielorruso Dzianis Harazha (41.427), junto al japonés Naoya Sakamoto (41.771) completaban la parrilla de salida de hoy.

El viento de diestro en contra que está previsto para esta mañana puede jugar en favor de Benavides, que comparece con el segundo mejor registro, aunque derrochando ilusión de cara a estar entre los tres elegidos. E incluso por colgarse el oro y seguir los pasos de David Cal o la pareja Craviotto-Pérez, en una jornada en la que España aspira a tres metales en Eton Dorney.