Luis Salom, desde niño, fue un apasionado de las motos y la competición. | M. À. Cañellas

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Luis Salom, palmesano de nacimiento pero piloto mundialista por vocación y «Mexicano» para cumplir una promesa sólo desvelable cuando lograse su primera victoria en el campeonato del mundial, ha dejado de acompañarnos, aunque lo ha hecho de la manera que había elegido para disfrutar de la vida: sobre una moto.

Una curva, la curva doce del circuito de Montmeló, que ni siquiera llegó a trazar, se ha cruzado en su vida y en la de una familia que lo dio todo por él.

Tanto María, su madre -que le acompañaba a todas las carreras-, como su padre han sufrido el varapalo más serio que te puede propinar la vida, ver como el hilo de vida de un joven próximo a cumplir los 25 años se corta antes de tiempo.

Luis Salom, creyente y luchador como pocos, cumplió con sus anhelos y lo hizo, casi siempre, de la mano de su madre María, fiel seguidora e incondicional fan de un chaval que lo fue todo en Moto3, en donde llegó a pelear por el título mundial junto a Alex Rins y Alex Márquez, y que luchaba con irreverente esfuerzo por destacar en la siempre complicada categoría de Moto2, en donde fue piloto del equipo de Sito Pons y ahora, en 2016, afrontaba un nuevo reto de la mano de 'Edu' Perales.

Ambos tenían enfrente a la verdadera razón de seguir peleando por destacar en un deporte de los más sacrificados, y en los que en ocasiones, pagas con la vida el esfuerzo realizado, como lamentablemente le ha sucedido al piloto mallorquín.

Edu Perales quería un piloto español y puntero con el que destacar en Moto2 y lo consiguió al garantizarse los servicios de Luis Salom, poco después del Gran Premio de San Marino de la pasada temporada en Misano Adriático, mientras que el deportista palmesano quería un equipo en el que sentirse «querido» y con el que poder aspirar a lo máximo como número uno de la escuadra.

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El Gran Premio de Catalunya era el «de casa», pues era uno de los circuitos más habituales de la trayectoria deportiva de Salom y de otros muchos pilotos a lo largo de su carrera deportiva, y quizás por ello el mallorquín seguro que en su fuero interno estaba pensando, al menos, en acercarse a la segunda posición que logró en el trazado catarí de Losail.

Así comenzó la primera jornada de entrenamientos en Montmeló, pero en la segunda sesión libre y sin explicación posible hasta el momento, Luis Salom perdió el control de su moto y de su vida.

El «Mexicano» ya no podrá pelear por aquello que desde muy joven le motivó para crecer y luchar en la vida, ser campeón del mundo de motociclismo.

Trayectoria

Luis Salom hizo su debut en el Campeonato Mundial en Jerez en 2009 en la categoría de 125cc. Terminó en el podio en 25 carreras, incluyendo nueve victorias en el Campeonato Mundial de Moto3.

En 2012, alcanzó el subcampeonato de Moto3 y, un año más tarde, fue tercero en la general después de luchar con los también españoles Maverick Viñales y Alex Rins hasta la ronda final en Valencia.

También terminó en el podio tres veces en 41 apariciones en el Campeonato del Mundo de Moto2, la última vez, en la primera carrera de este año, que se disputó en el circuito de Losail, en Catar.