Las diferentes federaciones, caso de motociclismo (en la imagen) acordaron secundar su negativa a la Ley de Emprendedores. | FBM

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El parón en el fútbol balear ya es una realidad. Todas las categorías tuteladas por la FFIB, desde Preferente y hasta prebenjamines -las interislas se disputarán por la complejidad del calendario- secundarán la huelga promovida con la finalidad de protestar contra el Gobierno por la puesta en marcha de una Ley de Emprendedores que puede suponer el final para muchos clubes y asociaciones sin ánimo de lucro, y en definitiva, para el deporte base y amateur.

La regularización fiscal y laboral a la que obliga la normativa, junto al conten cioso abierto entre la RFEF y el CSD por asuntos como la pérdida de la compensación del 1% de La Quiniela o el polémica reparto audiovisual, ha llevado a diferentes regiones a parar sus competiciones. Y este fin de semana le toca a Balears, que el pasado fin de semana protestó con dos minutos de parada en cada uno de sus partidos.

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La aplicación de la Ley de Emprendedores, y entre otras medidas la obligación de dar de alta ante la Seguridad Social y Hacienda a todos los que perciban una cantidad económica por su labor, afectaría en el campo del fútbol balear a cerca de 30.000 personas, lo que provocó la movilización por parte de la Federació de Futbol de les Illes Balears y de los clubes y demás estamentos, que apoyan en todas las islas esta convocatoria.

El fútbol para sus motores, pero los demás deportes tampoco se han quedado de brazos cruzados. Así, días atrás mantuvieron una primera reunión informativa, para posteriormente trasladar esa problemática a sus clubes.
El grueso de las territoriales se muestra contraria a la Ley de Emprendedores, habiendo recibido a su vez el apoyo del Govern.

Tras captar la preocupación existente en sus clubes, todas las federaciones deportivas de Balears han vuelto a ser convocadas el próximo jueves, 26 de febrero, a las 19 horas, en la sede de la Mutualidad de Futbolistas. Allí, se estudiará la posibilidad de parar la práctica totalidad de las competiciones polideportivas -el fútbol se uniría a ellos en solidaridad- o las medidas de protesta oportunas con las que expresar su disconformidad con una normativa que hunde al deporte de formación.