Xavi Ribas y Lorenzo Fluxá, sobre su Toyota Land Cruiser 96. | ALEX SEPULVEDA

TW
0

La tercera participación del piloto mallorquín Lorenzo Fluxá en el Rally Dakar será la más emotiva de todas. «Estar aquí ya es un triunfo», comenta emocionado después de ver como hace ocho meses, un problema de salud que derivó en dificultades de movilidad, ya superado, comprometió su presencia en la prueba 'off road' más mediática y exigente del planeta. Llegará al Dakar 2025 con susto de última hora, pues un pequeño percance en un entrenamiento obligó a reparar su coche a toda velocidad para llegar en perfecto estado de revista a la puesta de largo del proyecto, y con unos pocos puntos en la cabeza, Lorenzo Fluxá compareció junto a su copiloto, Xavi Ribas, para comentar sus sensaciones previas.

La cita se disputará del 3 al 17 de enero, de nuevo en Arabia Saudí. Las poblaciones de Bisha y Shubaytah serán los puntos de partida y meta del Dakar 2025, en el que Lorenzo Fluxá repite en la categoría Classic, a bordo del Toyota Land Cruiser 96 que portará el dorsal 777. De nuevo, la sede de Projecte Home Balears fue escenario de la presentación de su libr de ruta, acompañado por colaboradores como Reserva Park y el grueso del equipo LJS Racing Team, que se ha reforzado para el asalto al desierto.

Tomeu Català ejerció de anfitrión en Projecte Home, destacando que participar en el Dakar «es una labor de equipo y acabarlo, todo un mérito». El coche y el camión de asistencia de Fluxá se expuso allí y sus internos y usuarios pudieron conocerlo y departir con los 'dakarianos', que compartieron sus experiencias con todos ellos un año más, dentro del compromiso del LJS Racing Team con esta entidad social.

ASS281124007 (14).jpg
Tomeu Català, junto a Lorenzo Fluxá, Xavi Ribas y el equipo LJS Racing Team. Foto: Alex Sepúlveda

Lorenzo Fluxá y Xavi Ribas comparecieron junto al resto del equipo técnico, encabezado de nuevo por David Pats, junto a Miquel Verger, Rafael Sastre y el nuevo 'fichaje', Bernat Casals. El plan del mallorquín ha variado, porque la idea era competir en el Dakar junto a su hija Lisabel, pero por compromisos académicos, quedará aplazado ese sueño familiar hasta 2026.

Noticias relacionadas

«El objetivo es ganar algún tramo, estar delante, pero por encima de todo, disfrutar de este Dakar todo lo que no pudimos en el anterior», en referencia a los duros problemas mecánicos sufridos especialmente durante la primera semana y que lastraron sus opciones. «Es un Dakar especial, el tercero, superando además un tema de salud puntual. Por eso, estar aquí ya es una victoria para mí y los míos. Hace ocho meses, era algo que parecía impensable», confesaba Lorenzo durante el acto en Projecte Home, en el que estuvo arropado por su esposa, Lisa.

Y es ambicioso al trazar un libro de ruta para su tercera presencia: «El primer objetivo es acabar; el segundo, estar entre los diez mejores», dentro de la categoría Classic. «Queremos demostrar nuestro verdadero potencial», proseguía. Palabras que secundaba Xavi Ribas, de nuevo copiloto de Fluxá y que tiene claro que «podemos estar en el Top 10 como mínimo. Es complicado, pero hay potencial».

ASS281124007 (1).jpg
Camión de asistencia del LJS Racing Team. Foto: Alex Sepúlveda

Por su parte, David Pats, responsable técnico del equipo LJS Racing Team, era más prudente y pedía, por encima de todo, «que nos respeten un poco más la suerte y la mecánica. Somos un buen equipo, unido y hemos vivido de todo, por eso queremos disfrutar esta experiencia», aseguraba.

ASS281124007 (18).jpg
Fotografía de los asistentes a la presentación del equipo para el Dakar. Foto: Alex Sepúlveda

Acercarse a la marca de Toni Manresa, «un pionero y visionario, a quien admiro por lo que hizo en el Dakar, que era muy diferente al de ahora» con su tercera presencia es otra motivación extra para Lorenzo Fluxá, que destaca junto a Xavi Ribas «la dureza de un recorrido imprevisible, con piedras, dunas, trampas imprevistas... Pero, insisto, quiero y queremos disfrutarlo e intentar estar lo más arriba posible», aseguraba firme el piloto, quien reconoce que el Dakar «es un vicio, una adicción buena. El desierto te llama y, cuando acabas, enseguida tienes ganas de volver a subirte al coche para competir», sentenciaba un Lorenzo Fluxá que a finales de diciembre volará hacia Arabia Saudí a la caza de un nuevo sueño. Del triplete en el Dakar, con el prólogo del 3 de enero ya en mente.