Mural con la imagen de Luis Salom, en el Circuit de Catalunya-Barcelona, en Montmeló. | Efe

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A pocos días para el fatídico 3 de junio, el recuerdo a la figura y trayectoria de Luis Salom continúa muy presente entre los aficionados al motociclismo y en la sociedad mallorquina. Siete años después de aquel fatal accidente que le costó la vida al recordado piloto, su memoria continúa vigente. Como muestra, el próximo domingo se disputará la Ruta Luis Salom, que citará a numerosos aficionados, además de contar con un museo y un espacio expositivo propio en el Velòdrom Illes Balears, donde se exhiben motos, trofeos, monos, fotografías y multitud de objetos relacionados con el legendario 'Mexicano', que perdió la vida en un accidente en los entrenamientos libres del Gran Premio de Cataluña de Moto2, en 2016.

Quien vive con sentimientos encontrados estos días es la madre del 39, la persona que compartió con él su vida dentro y fuera de los circuitos. María Antonia Horrach y el resto de la familia siempre han mostrado su agradecimiento a quienes han mantenido presente la figura de Luis. A través de un sentido mensaje en las redes sociales, ha querido compartir la madre del piloto sus sensaciones y emociones a lo largo de este largo impás de tiempo, en el que la unión dentro de la familia ha ayudado a todos a intentar superar este trance.

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«¿Difícil? No, no es una cuestión de dificultad, es una cuestión de dolor, de intentar mantener la cordura, camino sobre una hoja de navaja, cualquier adversidad me hace tambalear, no tengo la estabilidad de antes, no volveré a ser la misma nunca más, me arrebataron una gran parte de mi, mi hijo», comenzaba su escrito María Antonia Horrach. «Mi vida era perfecta, la imaginaba como esas construcciones con esas hermosas columnas que lo aguantaban todo, esos cimientos que nada los hacían tambalear, era sumamente feliz y plena, con una familia que formamos absolutamente maravillosa, con la ilusión de la llegada de nuestro primer nieto, era inmensamente feliz, pero el destino me tenía preparado lo peor que podía pasar, el 3 de junio de 2016 nuestro amado Luis se marchaba, de una manera inesperada, en ese momento toda esa construcción que había tomado forma a lo largo de mi vida, esos cimientos sólidos que la sostenían, se vinieron abajo, todo quedó destruido», compartía en un post que recibió numerosas respuestas y muestras del cariño que siempre ha recibido la familia Salom Horrach.

Continúa relatando los sentimientos que emergieron en esos duros momentos. «Ese día se marchó con él toda mi fortaleza, mi seguridad, la alegría de la que siempre estaba invadida, solo me quedaba intentar volver a construirlo todo de nuevo, pero los cimientos ya no son igual de sólidos, es fácil que se tambaleen», escribe como antesala de un cambio radical de discurso en el que mira con ilusión hacia el futuro, con Luis muy presente en su día a día. «Hoy sigo alimentándome y enriqueciéndome de su recuerdo, de las cosas vividas a su lado, de su alegría, de sus ganas de vivir y disfrutar de la vida, hoy me alimento de eso y me empeño en disfrutar cada día de lo que la vida aun me sigue brindando, mi familia, esa que formamos un día con absoluto amor, esa que me ha salvado de la locura», confiesa.

Y añade: «Solo el amor es capaz de salvarte en situaciones extremas, a mi me ha salvado, el amor que nos regalo Luis, en su mayor expresión y el que siento por los que tengo aquí, ese amor es el que me ha dado las fuerzas y me ha ayudado a seguir, se que nada será igual, pero aunque sea diferente debo continuar y buscar y encontrar la felicidad en cada momento, siempre junto a ellos, mi verdadera razón de seguir viviendo, mi familia», concluye María Antonia Horrach, ilusionada al igual que su marido José Luis ante la llegada de un nuevo miembro a esa familia que en una jornadas siempre complicadas recibe una cascada de apoyos y cariño, consecuencia de la imborrable huella que Luis Salom dejó como piloto y persona.