Jorge Lorenzo, en la celebración de su quinto título mundial en 2015, con los monos de sus cinco entorchados. | Efe

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El Mundial de motociclismo celebrará este domingo un Gran Premio de Francia que no será uno más. Porque la prueba que se correrá en el circuito de Le Mans será la número mil dentro de esta larga historia que arrancó en 1949, en la Isla de Man, un escenario icónico para el deporte de las dos ruedas. Desde entonces, se han celebrado 999 pruebas del Mundial, arrancando con cuatro cilindradas (125, 250, 350 y 500 centímetros cúbicos) que luego fueron derivando en otras (50, 80...) para en el presente contar con tres categorías fijas: MotoGP, Moto2 y Moto3; a las que se une el Mundial de motos eléctricas (MotoE).

Numerosas leyendas han dejado su huella en el palmarés del Campeonato del Mundo de motociclismo, que ha visitado a lo largo de estos 999 Grandes Premios hasta 73 trazados diferentes y hasta 29 países. Agostini, Ángel Nieto, Hailwoond, Ubbiali, Rossi, Marc Márquez... Ellos son parte importante, pero la cuota aportada por una pequeña isla del Mediterráneo sin un circuito de referencia llama la atención. Porque Mallorca ocupa un lugar notable dentro de la historia reciente, con una colección inesperada de campeones y ganadores de carreras que rompe barreras, sin dejar de lado a los pioneros que, en los 80 y 90, probaron suerte antes de la irrupción de la figura que cambió la historia: Jorge Lorenzo.

Los pilotos mallorquines han logrado amontonar durante estas décadas un total de 105 victorias, 9 títulos mundiales, 249 podios y 85 'poles'. Un registro de altura, con cuatro pilotos que saben lo que es ser los mejores del planeta: Jorge Lorenzo, Joan Mir, Izan Guevara y Augusto Fernández. Incluso los dos primeros se permitieron la licencia de repetir corona en diferentes cilindradas, además de hacerlo en la categoría reina. Esos nueve títulos resultan un porcentaje llamativo sobre los 57 que suma España, siendo además Baleares la segunda región con más entorchados, tras Catalunya.

Sin duda, es el piloto por excelencia. Lorenzo aterrizó en el Mundial en 2002 (Jerez) y colgó el mono tras la carrera de Cheste en 2019. Un largo periodo en el que corrió para las mejores fábricas (Derbi, Aprilia, Yamaha, Honda y Ducati) y logró destronar y apartar de la primera línea a un mito como Valentino Rossi.

El palmarés de Jorge Lorenzo queda adornado por cinco títulos mundiales: tres de MotoGP (2010, 2012 y 2015), siendo el primer español que inscribió su nombre en la nueva denominación de la cilindrada reina, después de coronarse como el mejor en los extintos 250 centímetros cúbicos, donde dio a Mallorca y Baleares los primeros títulos de su devenir, en 2006 y 2007. Aunque fue el 10 de octubre de 2010, en el circuito de Sepang (Malasia) donde Jorge y la Yamaha número 99 cambiaron toda la historia para ser, por primera vez, rey de MotoGP, siguiendo los pasos de Álex Crivillé en 500 (1999) pero siendo el español que inauguró la lista en la nueva denominación de la máxima categoría.

Lorenzo es un caso a remarcar. Pentacampeón del mundo, con tres títulos en MotoGP, su hoja de servicios brindó el 20 de septiembre de 2003, en Río de Janeiro, la primera victoria en el Mundial de motociclismo a este deporte en Mallorca. Lo hizo en 125 centímetros cúbicos y con la Derbi número 48. Desde ese punto, la primera victoria y podio isleña de todos los tiempos, llegaron los citados cinco mundiales, 68 victorias (47 en MotoGP, 17 en 250 y 4 en 125 centímetros cúbicos), 37 vueltas rápidas, 69 'poles' y 152 podios, además de ser subcampeón mundial de MotoGP en 2009, 2011 y 2013, que le convirtieron el pasado año en 'MotoGP Legend'.

Luis Salom, durante el Gran Premio de Catar de 2016.

A su estela aparecieron otros grandes pilotos. Uno de ellos tuvo cerca ser campeón también y dejó una huella imborrable. En lo personal y lo deportivo. Luis Salom perdió la vida en la pista, en Montmeló y en 2016, en los entrenamientos libres del Gran Premio de Catalunya. Antes, en Moto3 y Moto2, se labró una carrera y un carisma que hicieron de la moto número 39 y del 'Mexicano' una persona admirada y respetada. Para los anales, su subcampeonato mundial de Moto3 en 2012, la posibilidad de ser campeón en 2013, cuando una caída en Cheste le dejó sin opciones, 9 victorias en el Mundial (todas en Moto3), 25 podios (22 en Moto3 y 3 en Moto2), 4 'poles' y 7 vueltas rápidas.

Joan Mir, tras ganar el Mundial de Moto3 en Australia.

El siguiente en hollar la cima del motociclismo fue Joan Mir, que irrpumpió en el Mundial como sustituto en Australia 2015 y también en Phillip Island, en 2017 y bajo el diluvio, se convertía en el segundo piloto mallorquín campeón del mundo: en Moto3 y con el Leopard Racing (Honda). La confirmación de una progresión que, tras un paso fugaz por la categoría intermedia, le llevó a dar el salto a MotoGP, donde en el año de la pandemia hizo valer su regularidad para ser el segundo balear en ganar una carrera en la cilindrada reina y unir su nombre a la 'Torre de los Campeones' a lomos de la Suzuki número 36. Campeón del mundo de MotoGP 2020, en 2023 Mir abre una nueva etapa en el Repsol Honda, con honores de doble campeón mundial (2017 y 2020) en dos categorías diferentes (Moto3 y MotoGP) y con unos números a destacar: 12 victorias (11 en Moto3 y 1 en MotoGP), 33 podios, 2 'poles' y 7 vueltas rápidas. Mir y Lorenzo son dos de los 125 campeones mundiales de la historia y dos de los 55 que han repetido.

Izan Guevara, emocionado tras ser campeón del mundo de Moto3 en 2022.
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El siguiente en unirse a la lista lo hizo también en Australia -junto a Valencia y Malasia circuitos talismanes- y en un 2022 irrepetible. Porque si alguien imaginaba lo grande que era tener campeones del mundo de velocidad mallorquines, que dos lo fueran el mismo año ya era darle otra vuelta de tuerca a la épica. Izan Guevara (Aspar Team GasGas) llevaba apenas dos años en el Mundial de Moto3, tras ser el mejor júnior del planeta en 2020. A ritmo de récord, el 28 de sa Indioteria barrió en la recta final para seguir la senda de Mir en la categoría pequeña y coronarse en Phillip Island. Un título mundial que va acompañado de 8 victorias, 13 podios, 5 'poles' y 6 vueltas rápidas.

Augusto Fernández, celebrando su título de Moto2 en Cheste.

También en 2022, pero en Moto2, llegó el segundo campeón del año mallorquín. Desde Sencelles y con el número 37, Augusto Fernández cumplió con el Red Bull KTM Ajo, aunque tuvo que esperar hasta la manga final para celebrar su conquista tras más de un lustro de recorrido en la categoría intermedia y antes de saltar a MotoGP con el GasGas Tech3. Augusto posee 7 triunfos, todos en Moto2, 20 podios, 3 'poles' y 7 vueltas rápidas que recompensan su tesón y constancia.

Miquel Pons, en una prueba de la Copa del Mundo de MotoE.

Paralelamente, un joven de Campanet se hizo un hueco en la antes Copa del Mundo y ahora Mundial de MotoE -motos eléctricas-. Miquel Pons cumplirá su tercera campaña con el LCR E-Team, habiendo incluso debutado en Moto2 (Portugal, 2021), aunque en su hábitat natural ha logrado una victoria (Catalunya, 2021) y un total de seis podios, siendo quinto en la general de 2022.

David Salom, en el box durante su paso por MotoGP.

No han sido Jorge Lorenzo y Joan Mir los dos únicos mallorquines en MotoGP. Un apellido muy ligado al deporte de las dos ruedas en la Isla también tuvo una presencia breve en la temporada 2012 de la mano de David Salom experimentado piloto que disputó dos Grandes Premios esa temporada (Aragón y San Marino), llegando a sumar un punto con la BQR.

Joan Perelló, en una carrera de 125 centímetros cúbicos.

Merece también mención un joven talento que dejó huella en la Rookies Cup y tuvo su oportunidad en el Campeonato del Mundo de 125 centímetros cúbicos. Fue Joan Perelló, quien participó en los certámenes de 2009, 2010 y 2011, rodando en un total de 22 Grandes Premios.

Los más nostálgicos recordarán los nombres de Jaime Mariano -campeón de Europa en 1989- y Toni Sánchez. En los 80 y 90 fueron quienes llevaron la bandera balear por el Mundial de velocidad. El primero era singular por la rotulación blanca y verde de su moto, patrocinada por Banca March, con la que corrió entre 1988 y 1991 en 80, 125 y 250 centímetros cúbicos. En Jerez 1988 logró su primer punto (80 cc), para en 1989 ser sexto en Hockenheim y quinto en Assen, acabando el curso con 33 puntos y noveno en la general. En 1991 dobló en 125 (JJ Cobas) y 250 (Aprilia), sin fortuna.

Jaime Mariano, en una prueba del Mundial en Assen.

Menció especial para Toni Sánchez, que corrió de forma esporádica entre 1983 y 1995 en 80 y 125 centímetros cúbicos (Autisa, Rieju, JJ Cobas, Honda y Aprilia), logrando su único punto en el Mundial en 1990, en Hungría y en 80cc, mientras que en 1991 fue décimo en Francia y Gran Bretaña, acababando con 12 puntos la temporada y en el puesto 25.

Estos diez nombres son parte indisoluble de la historia casi milenaria de los Grandes Premios del Mundial de velocidad, que de los pioneros en los 80 ha pasado a coleccionar títulos, victorias y 'poles' para Mallorca, cuna de campeones y punto de referencia en un momento especial e histórico.