Jaume Gual y Ángel Moro, junto a su Seat Marbella, en Llucmajor. | F.Fernández

TW
1

Recorrer Marruecos y desafiar al desierto a bordo de un Seat Marbella de 1991. Ese es el reto y la aventura en la que se han sumergido el mallorquín Jaume Gual y su buen amigo Ángel Moro, un asturiano con quien el destino le unió fuera de España -realizando el Erasmus en Múnich-. Al igual que lo hace su pasión por este tipo de vehículos y las ganas de probar nuevas sensaciones. Tras meses de preparativos, ya lo tienen todo a punto para tomar la salida en el Panda Raid, cuya edición número quince se disputará del 28 de abril al 6 de mayo, reuniendo a 300 equipos al volante de un Seat Panda o Marbella, los singulares vehículos que dan forma a una caravana que volverá a tener acento mallorquín.

Jaume Gual (23 años) guarda celosamente en Llucmajor el Seat Marbella que viajará en unas semanas rumbo a África. Estos días, ultima detalles junto a Ángel, asturiano de 24 años y con experiencia en varios equipos de la Fórmula Student, formándose en el diseño de coches de competición. Ingeniero biomédico (Jaume) e industrial (Ángel), respectivamente, esperan «complementarse en carrera. Si hay un problema físico o mecánico, podremos salir adelante», bromean. Ambos forman el equipo ‘The Sand Runners’, denominación que llegó de la inspiración de la pareja de Ángel, y buscan, además de una vertiente deportiva en su participación, aportar una humanitaria en colaboración con la organización, intentando ayudar en la construcción de hospitales y escuelas en las zonas más necesitadas de las regiones por las que transitarán.

Recuerda Jaume Gual cómo surgió la idea de lanzarse a la aventura del Panda Raid. «Conocimos la competición y enseguida pensé en Ángel. Y él, a la vez, también buscaba algo así», a lo que apostilla su amigo y compañero que era algo que tenía «aparcado, pero un día Jaume me llamó y ya no pude decir que no», confiesa, con los nervios previos a los momentos decisivos tras meses de trabajo e ilusiones depositadas en este proyecto.

Jaume Gual y Ángel Moro, a bordo de su Seat Marbella. Foto: F.F.

Se pusieron manos a la obra, «compramos un Seat Marbella de segunda mano por Internet y lo trajimos para Mallorca», relatan. Un coche que posee experiencia en competición, «lo que es una ventaja» y en el que tendrán que pasar mucho rato juntos, alternándose las labores de piloto y copiloto. «Es nuestra primera experiencia en un rally y vamos a ver cómo va… Nos tendremos que aguantar el uno al otro bastantes horas», refieren con buen humor, sabedores de que el objetivo «es acabar. Disfrutar de esta experiencia y conseguir completar el recorrido. Al final, es un rally amateur y hemos de saber a lo que realmente vamos», añaden Jaume y Ángel.

Este último será quien aporte más a nivel mecánico, un campo «fundamental» en jornadas de 200 o 300 kilómetros durante siete etapas. «Ahora, nos centramos en poner a punto el coche, y en Semana Santa haremos muchos kilómetros para probarlo, aclimatarnos y conocer mejor el vehículo», espera Ángel. El Panda Raid fija unas especificaciones que limitan la participación a estos modelos: Fiat Panda, Seat Panda, Seat Marbella o Fiat Panda 4x4. Eso sí, deben tener una antigüedad superior a los veinte años (anteriores a 2003), eligiéndose por su bajo coste inicial, la igualdad de condiciones entre los participantes, por su mecánica sencilla y económica y alta fiabilidad a la vez.

Gual y Moro, durante el encuentro con este diario. Foto: F.F.

Hacer realidad este sueño tiene también un coste económico. El presupuesto del equipo ‘The Sand Runners’ asciende a unos 7.500 euros, yéndose la práctica totalidad en aspectos como la inscripción o la preparación del vehículo, al margen de su adquisición. Para ello, han tocado a varias puertas. Además de poner en marcha una campaña de crowdfunding, a través de este enlace: https://gofund.me/00f337fd. En su cuenta de Instagram (@thesandrunners) informan de todos los detalles del proyecto Panda Raid 2023, agradeciendo a la vez el apoyo de particulares, firmas y empresas que se han sumado. Es el caso de Iurisconcept, BeSocialProject, Impresrapit, el Colegio Luis Vives, Puya Capital o el doctor Javier Collado, además del apoyo técnico de Kiko Gual, padre de Jaume y uno de los puntales de un proyecto que pone rumbo a Marruecos en cuestión de semanas.