Canceladas todas las actividades colectivas vinculadas a las federaciones de Balears y suspendidas las pruebas individuales hasta el próximo 1 de julio, como mínimo, los entrenamientos se han convertido en la principal fuente deportiva en los tiempos del coronavirus. Los deportistas de alto nivel y algunos clubes profesionales ya se han puesto en marcha en los últimos días. En la jornada de ayer le tocó el turno al deporte del motor con el inicio de los entrenamientos.
El Ciutat d’Inca Territori 100 Emocions acogió este sábado la primera jornada de actividad más de dos meses después. Fue, eso sí, cumpliendo con la normativa, con un aforo máximo de 20 pilotos y con una serie de responsables que velaron para que las normas de seguridad se cumplieran al pie de la letra. De hecho, desde la Federació Balear de Motociclisme, advirtieron que la licencia federativa sólo cubrirá los pilotos que cumplan las directrices marcadas por el Consejo Superior de Deportes y por la Dirección General de Deportes del Govern Balear. Destacar que los menores tuvieron que estar acompañados por un adulto al circuito, aunque no pudieron permanecer en el mismo ya que el aforo tiene que ser el establecido en la Fase I. En cuestión de las escuelas de pilotos, éstas permanecen cerradas hasta nueva orden.
La FBM repartió un protocolo COVID-19 con las normas de seguridad que deben aplicarse en los circuitos. Por ejemplo tienen prohibida la entrada a personas de riesgo, con enfermedidades previas o mayores y los pilotos deben mantener la distancia de seguridad, así como usar los guantes, la mascarilla y el gel hidroalcohólico que cada piloto debe llevar de forma individual. En definitiva, una serie de medidas para protegerse del coronavirus. La medida se trasladará a Menorca y Eivissa y a otros circuitos como Felanitx o Casablanca.
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