El piloto de Moto2 Augusto Fernández posa en Príncipes de España. | Jaume Morey

TW
0

Llegó con la temporada en marcha y lo hizo para quedarse y renovar un año más con la estructura de Sito Pons. Augusto Fernández ha firmado una trayectoria ascendente a medida que el Campeonato del Mundo de Moto2 ha avanzando, asentándose en el Top 10 con el paso de las carreras, e incluso en Phillip Island (Australia) se quedó a décimas de subir por primera vez al podio, en el que hubiera compartido espacio con su paisano Joan Mir. El piloto del CTEIB, a las órdenes del técnico Marc Horrach, pasa revista al ejercicio que se cierra y mira con ilusión hacia un 2019 que podrá preparar «en igualdad de condiciones» respecto a sus rivales y en el que pisar el podio y ser regular para poder estar delante a final de temporada son sus metas. Además de seguir acumulando kilómetros y experiencia en aras de poder ganarse un hueco en una estructura oficial de MotoGP más adelante.

Augusto admite que no fue fácil el aterrizaje, aunque ya tenía el bagaje de 2017, cuando ya hizo el grueso del Mundial de la cilindrada intermedia. «Hemos progresado. No era tarea fácil, pues otra gente llevaba más kilómetros y horas de entrenamiento y carreras. Venía del Europeo y me costó, pero poco a poco he ido cogiendo el ritmo y al final, logramos estar delante. Como en Australia, donde fuimos cuartos -con vuelta rápida incluída- u octavos en Valencia, tras un incidente que me echó atrás. Pero es para estar más que satisfechos de un año muy positivo», explica el piloto isleño del Pons HP 40.

El piloto del programa de tecnificación del Govern destaca la implicación de su equipo «desde el primer momento» y advierte que en 2019 «tenemos un buen ‘pack’». «Quedarse en el mismo equipo suma. Conoces a la gente, tienes más experiencia, puedes hacer la pretemporada, que el pasado año no pude, y partiremos en igualdad de condiciones que el resto», asegura.

El objetivo, «como el de todos, es ser campeón del mundo. Pero no es fácil», confiesa Augusto Fernández, quien tiene claro que la receta para conseguirlo pasa por «ser muy regular». Y señala el caso de Pecco Bagnaia.

«Yo tuve un error en Malasia. Iba sexto y quería el podio. Me caí y creo que, esa vez, me tocaba aguantar y sumar puntos. Ahora, tendré que aprender a sacar la famosa calculadora cuando sea necesario. Si no se puede optar a la victoria o al podio, sumar y estar delante, como hizo Bagnaia», asegura el ya único piloto mallorquín de Moto2, de 21 años.

De cara a la temporada que se avecina, en la que llegan los motores Triumph (tricilíndricos, de 765 cc), Augusto Fernández avisa del potencial del Pons HP40. «Junto a (Lorenzo) Baldassarri haremos un binomio, para pelear por el título de equipos. Creo que vamos a dar mucho que hablar», asegura. Y de los motores que llegan, no le preocupa «pues me adapto rápido y, además, todos empezamos de cero y creo que eso me puede favorecer».

Rivales contempla a muchos, pero destaca a «Álex Márquez, Marini, Binder, Vierge Lecuona... Y ojo con Jorge Martín y Bezzecchi, que vienen fuertes desde Moto3. También aparecerá ese piloto con el que nadie cuenta... Y nosotros, tanto Baldassarri como yo», admite. El objetivo real será en 2019 «pelear por el Top 5 en cada Gran Premio y ser una de las referencias de la categoría. ¿El sueño? Ser campeón del mundo, como todos. O, al menos, estar entre los tres primeros al final, que en una categoría tan igualada como es Moto2 tiene mérito».

Hablar de MotoGP toca, pero Augusto Fernández es prudente. «Mi idea es estar dos años más en Moto2. Tengo claro que pasar a MotoGP con un equipo no oficial es un riesgo. Si no vas con una fábrica es más complicado y seré paciente», asegura el piloto de la Kalex número 40.