Joan Mir celebra su victoria en el Gran Premi de Catalunya, una de sus ocho victorias esta temporada. En Australia busca otra. | Andreu Dalmau

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El circuito más rápido del Mundial, el mismo en el que Joan Mir debutó un 18 de octubre de 2015, pero también el mismo en el que dos caídas le dejaron sin puntuar en sus dos presencias en pista, puede ser el escenario definitivo de la coronación del balear como campeón del mundo de Moto3. Tocará de nuevo trasnochar (la carrera será a las cuatro de la madrugada del domingo, hora española) para seguir en vivo la segunda intentona del piloto de la Honda número 36 en aras de hacer realidad su gran sueño.

Tras un largo y accidentado viaje, Mir y su equipo -su padre sigue junto a él en Australia- llegaron a Melbourne y esta pasada madrugada iniciaron su puesta a punto con los primeros entrenamientos libres de Moto3. Olvidado el infernal fin de semana en Motegi, la primera carrera en la que Mir no puntuó en toda la temporada, Phillip Island suponen la segunda oportunidad para confirmar en forma de título el dominio ejercido a lo largo del curso.

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Eso sí, tocará estar delante o, por contra, estar pendientes del italiano Romano Fenati. El único rival que puede evitar la victoria final de Mir. Tras ganar en Japón, el transalpino recortó en 25 puntos su desventaja sobre Joan, que llega a Australia con 55 puntos de margen respecto a Fenati, cuando faltan 75 por dirimirse. Es decir, los Grandes Premios de Australia, Malasia y la Comunitat Valenciana.

Joan necesita sumar cinco o más puntos que Fenati en carrera, pues en caso de empate a final de temporada, por número de triunfos parciales (Joan lleva ocho y tres Romano). La victoria o el segundo puesto hacen al balear automáticamente campeón, independientemente de lo que haga el transalpino.

Precisamente en mojado es donde mejor se desenvuelve Fenati. Las previsiones meteorológicas advierten de posibilidades importantes de lluvia en carrera, lo que podría beneficiar al italiano, que tiene menos que perder que Joan y se la debe jugar en todas las carreras que restan si quiere forzar hasta las últimas consecuencias el desenlace del Campeonato, que tiene bien encarado Mir, pues cuenta con más de dos carreras de margen. De hecho, un abandono de Fenati haría que Joan también fuera campeón, incluso sin acabar tampoco la carrera.