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Después de una intensa temporada que le privó de la posibilidad de reeditar el título que había levantado en 2010, Jorge Lorenzo ha elegido la Isla para arrancarle la última hoja al calendario y celebrar el cambio de año junto a su familia. El piloto mallorquín llegaba ayer a Palma para disfrutar de la Nochevieja en compañía de los suyos y, de paso, coger carrerilla antes de sumergirse de lleno en el nuevo ejercicio. El subcampeón del mundo, que a finales de enero volverá a subirse a la moto en Sepang, se muestra ilusionado ante lo que se le vendrá encima a corto plazo y está convencido de que si su Yamaha evoluciona según lo previsto volverá a pelear por la corona de MotoGP.

«Hacía tiempo que no venía a Mallorca y tenía ganas de ver a mi madre. Lo pasa muy mal con las carreras y aunque ella a veces viene a Barcelona, ahora me tocaba a mí hacerlo», explicaba Lorenzo a su llegada a Son Sant Joan, justo antes de recordar que la lesión que sufrió en el dedo durante el Gran Premio de Australia ya casi es historia. «Por las mañanas, al levantarme, me falta un poco de flexibilidad, pero supongo que la iré recuperando con el tiempo. Ya he empezado a entrenar con la moto de motocross, que es más pequeña, y va todo muy bien. Estoy pilotando más o menos como antes».

Lorenzo se ha marcado el objetivo de conquistar en 2012 su segundo campeonato del mundo de MotoGP, aunque entiende que no será fácil. «Esa es la idea, pero es lo que quieren también el resto de pilotos. Todos pretenden ganar el Mundial y algunos tienen más posibilidades y recursos que otros para hacerlo. Estaremos entre los favoritos, pero de ahí a conseguirlo hay un trecho. Stoner estará muy fuerte, Pedrosa con las dos Hondas... Aunque creo que si la Yamaha funciona un poquito mejor que la última versión tendremos más opciones que el año pasado», argumentaba.

En esa misma dirección, el balear cree que la próxima «será una temporada muy diferente, porque las motos correrán bastante más y tendrán más caballos, aceleración... Habrá que adaptarse, pero aparte de eso los favoritos serán los mismos. Espero que se vea más espectáculo y que haya más derrapadas y carreras más igualadas».

Mientras llega ese momento, Lorenzo ha redactado una amplia lista de deseos para el nuevo año. «Todavía no soy un gran piloto en lluvia y esa es una de las cosas que me gustaría mejorar. En las salidas también he avanzado mucho, pero aún no soy el mejor. Y después me gustaría caerme menos, ser más regular, o tener menos lesiones, que es de las cosas más importantes a las que puede aspirar un piloto», explicaba sonriente.