«Ayer probamos el neumático en los entrenamientos oficiales y también en los primeros libres y la verdad es que nos dio una impresión muy buena, con un rendimiento muy constante, pero el cambio de temperatura y de condiciones atmosféricas hoy hizo que no trabajara bien», explicó Jorge Lorenzo, uno de los pocos pilotos que optó por emplear un compuesto más blando que los demás.
«Desde la segunda vuelta me costó mucho meter la moto en las curvas pues daba la impresión de que iba a perder adherencia en cualquier momento y fue incluso difícil mejorar la cuarta posición», reconoció el campeón del mundo.
Después del resultado cosechado en Brno, Jorge Lorenzo explica que «ahora el campeonato está más difícil, pero todavía no se ha terminado y hay que seguir luchando», dijo.
«Todavía hay un montón de puntos en juego -175 puntos-, por lo que debemos centrar nuestros esfuerzos en ganar el mayor número de carreras posibles», agregó el piloto de Yamaha, quien también se mostró muy ilusionado por probar mañana la nueva moto de 1.000 c.c.
«Tenemos que olvidar cuanto antes esta carrera que considero es una de mis carreras de la temporada e incluso desde que estoy en MotoGP, para disfrutar mañana con la moto de 1.000 c.c. y las mejoras preparadas en la 800 c.c. entre las que se encuentra un motor nuevo», explicó Jorge Lorenzo.
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