Pedrosa y Lorenzo se saludaron a su llegada al circuito de Montmeló. | Reuters - GUSTAU NACARINO

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Montmeló ha reeditado el pulso de dos enemigos íntimos que intensificarán a partir de mañana la lucha por la cima del Mundial. Lejos queda la imagen en la que el rey Juan Carlos forzaba a ambos pilotos a darse la mano en marzo de 2008 en el circuito de Jerez, porque Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa han normalizado su relación justo en el momento en el que sus intereses no pueden ser más opuestos.

El circuito que a partir de mañana albergará el gran circo de las dos ruedas asistió al reencuentro de los principales aspirantes al título mundial de la categoría reina. Ambos contendientes parecen destinados a suceder a Valentino Rossi en el trono y a su llegada al circuito catalán escenificaron un apretón de manos impensable antaño y que ahora pone de relieve una nueva etapa marcada por la deportividad.

El piloto mallorquín de Yamaha fue el primero en realizar acercamientos con el de Castellar del Vallés, al que ha felicitado cuando éste ha conseguido buenos resultados. Las felicitaciones también han tomado la otra dirección cuando ha sido el balear el que ha cosechado los éxitos.

El respeto define ahora una relación que vivió momentos muy tensos cuando Lorenzo y Pedrosa competían en las cilindradas menores. Los dos han optado por hablar en el asfalto y no perder energías con debates externos y manifestaciones cruzadas.

La competición volverá a poner a cada uno en su sitio y a partir de mañana Montmeló se encargará de poner a prueba las prestaciones de ambos en un momento muy intenso. El calendario ha obligado a un sobreesfuerzo que llega a su momento decisivo este fin de semana: tercera carrera en tres semanas.

Jorge Lorenzo, que cuenta con 47 puntos de ventaja sobre Dani Pedrosa en la clasificación del Mundial, parte con la confianza adquirida en las últimas carreras y con la tranquilidad de la renta adquirida.

Ambición
El mallorquín, que ya ganó el Gran Premio de Catalunya de 250cc en 2007, no quiere ningún tipo de relajación teniendo en cuenta que faltan doce carreras por disputarse. El balear tiene en mente el reto de lograr su primera victoria en la categoría reina en Montmeló. Como ya hizo en Assen, el piloto mallorquín quiere añadir otra muesca a su brillante hoja de servicios en MotoGP.

Dani Pedrosa, que saboreó el éxito en Barcelona en 2008, será su principal adversario el fin de semana y lo que resta de temporada.