Informado. Joan Mir padre, leyendo la edición de ayer de Ultima Hora, en la que se dio buena cuenta del gran hito logrado por su hijo, del que fue testigo directo en el Circuito Ricardo Tormo.

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«Mi hijo es feliz y eso me llena», afirma orgulloso Joan Mir, el padre del flamante campeón del mundo de MotoGP, testigo directo en Phillip Island (Australia) de su primera corona en 2017, pero también del hito alcanzado el pasado domingo en Cheste, que vivió en primera línea y «con muchos nervios. Sólo los que somos padres de pilotos sabemos lo que es eso...», confiesa el progenitor del piloto de Suzuki, cuyo teléfono móvil no paró de sonar en la jornada de ayer. «Es un día especial, nunca sabes si va a llegar ni si se va a repetir.

Y hay que disfrutar el momento», añadía Joan desde Son Sardina, donde atendió a Ultima Hora para repasar un momento que «jamás olvidaré, ni yo ni Joan tampoco», resaltó.

Tiene un especial recuerdo Joan Mir padre para aquellos que le apoyaron en los inicios del ahora mejor piloto de motociclismo del planeta, de quien destaca «valores como la humildad, que siempre hemos intentado inculcarle». Le vienen a la cabeza muchos nombres, «empezando por mi familia; mi esposa, Xisca; Francina y Fiona, mi hermana Isabel... Pero también me acuerdo en este momento de Carlos Cordero, Jaume Brunet, Rafa Pozo, Dani Vadillo, de la ayuda de Air Europa y muchos más...», refiere Joan.

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Sacrificios

Rememora los «sacrificios» que tuvieron que hace para sacar adelante la carrera deportiva de Joan como piloto de motociclismo. «Mi objetivo era que fuera feliz, que fuera piloto profesional... Pero no pensaba que fuera a ganar MotoGP ni que fuera campeón del mundo en aquel momento», prosigue Mir padre, quien recuerda el momento de ver a su hijo coronado campeón de la cilindrada reina como «una experiencia brutal, algo inolvidable. Me hubiera gustado que estuviéramos todos, es una pena, pero la situación es la que es y hay que extremar las precauciones».

Hasta que no comenzó la carrera del Gran Premio de la Comunitat Valenciana no pisaron el box, pero una vez acabada y con el título en el bolsillo, le dije ‘Joan, ¡lo has conseguido!’... Y él rió. Ha sido una semana mentalmente dura, especialmente para él, primero por superar el test y después por la expectación generada en torno a él. Pero la ha sabido gestionar», prosiguió Joan Mir padre, recibido en Son Sant Joan por amigos y familiares, que le brindaron una sonora bienvenida que le emocionó, a la espera de tributo institucional en la Isla, previsto para finales de la próxima semana.

«Hay un gran trabajo desde antes del título de Moto3, por parte de Dani Vadillo y mucha gente que en los inicios nos ayudó. Pero recuerdo especialmente ahora, por los sacrificios que hemos hecho, a mi mujer y mi hija, que desde los tres años han estado allí», añade Joan, el orgulloso padre de un deportista de leyenda, y de una persona «humilde y sencilla», apostilla.