Su dolencia es muy común entre los componentes del paddock. | Redacción Deportes

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El piloto mallorquín de Moto2 Augusto Fernández ha sido operado de las molestias que venía acusando por el síndrome compartimental, una dolencia que a lo largo de su carrera sufren la mayoría de pilotos de motociclismo.

Cuando esto se produce la membrana que cubre los músculos de los antebrazos no deja espacio a estos cuando se dilatan, debido al trabajo físico y estrés del pilotaje extremo, y ello provoca un dolor y agarrotamiento que merman la fuerza en los antebrazos y muñeca.

El piloto balear ha aprovechado el parón de dos semanas previo a las últimas tres carreras del atípico campeonato de motociclismo 2020 para pasar por el quirófano, y toda vez que el balear permanece instalado en mitad de la tabla de clasificación, lejos de los mejores.

La intervención, que consiste en abrir un pequeño corte en esta membrana para dejar espacio a los músculos para dilatarse, fue realizada con normalidad por el equipo del doctor Mir. Fernández permanece en observación, y si todo está en orden será dado de alta de hospitalización hasta las revisiones antes de la carrera de Valencia, los próximos 6, 7 y 8 de noviembre.

«Afortunadamente, la operación ha ido muy bien y aunque estoy un poco dolorido ya estoy impaciente por volver a subirme a la moto en Valencia. Seguiré todas las indicaciones médicas para llegar en la mejor forma posible y poder dar lo mejor de mí en las tres últimas carreras del año», ha destacado el piloto, quien ha agradecido la atención y los buenos cuidados del equipo médico y de su equipo deportivo, el EG 0,0 Marc VDS.