Augusto Fernández posa durante la rueda de prensda ofrecida en Palma al finalizar el Mundial de Moto2. | Pere Bota

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Nueva temporada, renovadas ilusiones, ambición intacta y una moto campeona del mundo. Con esos argumentos encara Augusto Fernández un curso 2020 en el que hereda la máquina que coronó a Álex Márquez y da un paso al frente en su carrera al unirse al Estrella Galicia 0’0 Marc VDS, la estructura de referencia en la cilindrada intermedia. El piloto isleño pasó revista al ejercicio recién finiquitado, días después de compartir con Valentino Rossi el tradicional encuentro en su rancho y con las miras puestas en una campaña ilusionante, tras acabar quinto en el Mundial de 2019 y lograr sus tres primeras victorias parciales (Assen, Silverstone y Misano) para un total de cinco podios.

Relató Augustó su acelerado cambio de equipo, consecuencia de la jugada que arrancó con la retirada de Jorge Lorenzo y la llegada de Álex Márquez al Repsol Honda junto a su hermano Marc. «En una semana se decidió todo. Quedó un lugar en la moto y en Jerez se cerró todo. Tenía un año más de contrato, pero también una cláusula de salida», recordó el portador del 37 en el carenado de su Kalex.

No puede esconder que, con el cambio de equipo y la experiencia adquirida, Augusto es, a sus 22 años, un claro candidato al Mundial de Moto2. «Ahora no hay excusas. El objetivo el año que viene es intentar ser campeón del mundo y para eso vamos a trabajar y pelear», admitía el mallorquín, que define su llegada al Estrella Galicia 0’0 como «un paso adelante».

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La posibilidad de dar el salto a MotoGP en 2021 está sobre la mesa, pero Augusto Fernández es prudente y quiere «hacerlo bien, no quiero subir con cualquier equipo y para ser uno más de la parrilla», recordando que esta temporada es importante «porque acaban contrato muchos pilotos y habrá oportunidades, pero tenemos que estar delante si queremos llegar a MotoGP y lo ideal sería pasar siendo campeón del mundo».

Del curso recién acabado, lamenta la gira asiática, en la que perdió sus opciones de título, aunque tiene motivos «para estar contento, con un Top 5 final y tres Grandes Premios, además de fichar por el Estrella Galicia 0’0 Marc VDS. Pero me quedo también con que hemos aprendido mucho», añadió.

De la montura para 2020 reconoce que apenas ha tenido tiempo de probar cosas «más allá de piezas, aunque Kalex ha hecho y hará un gran trabajo de cara a la moto definitiva». Señala además a muchos rivales, caso de Luthi, Navarro, Martín, Gardner... «Pero es que en Moto2 te descuidas y estás el veinte», asevera el balear en referencia a la tremenda igualdad existente en una cilindrada definida por ese equilibrio desde su puesta en marcha en 2010.

Tampoco pasa de largo para Augusto una de las noticias del año en el paddock, el adiós de Jorge Lorenzo. El 37 tiene palabras de agradecimiento para el pentacampeón del mundo mallorquín. «Es un piloto de referencia. Su despedida fue una sorpresa, yo pensaba que seguiría un año más con Honda, pero cuando vienes de ser de los mejores, no es fácil esta situación. Le deseo suerte y que disfrute», comentó Fernández, que de cara a 2020 ha tomado nota de lo acontecido durante los últimos meses. «He aprendido que el Mundial es muy largo, que todo puede cambiar por un pequeño error», decía el único balear en la parrilla de la cilindrada intermedia. «La paciencia y la regularidad son claves, y cada punto cuenta. Eso lo tenemos claro», finalizó Augusto.