Imagen de Antoni Salom en la tienda Motos Salom. | Pere Bota

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El motociclismo mallorquín y español están de luto por la pérdida de uno de sus grandes referentes. Antoni Salom, patriarca de una saga irrepetible en el deporte de las dos ruedas, fallecía este viernes en Palma a los 83 años dejando atrás una ejemplar trayectoria en el mundo del motociclismo y en su faceta profesional y comercial. Patrón de una de las empresas de cabecera del sector, Motos Salom, su apellido está ligado a una colección de ilustres del motor.

Piloto, pero por encima de todo aficionado y mentor de grandes campeones, don Toni deja una huella inmensa en el motociclismo isleño. Desde su tienda y taller se apoyó a numerosos competidores, eventos? Pero también fue donde sus hijos (José Luis, Toni y Xisca) y sus nietos aprendieron a amar las motos y la competición. Su pasión por este deporte hizo que la tercera generación de los Salom pusiera en lo más alto un apellido indisolublemente ligado a las dos ruedas. David, Toni y el tristemente desaparecido Luis Salom enorgullecieron a su abuelo con sus victorias y títulos que le hicieron ser feliz con aquello que amaba desde su juventud.

Pionero del motociclismo de competición, uno de los primeros en cruzar el charco para probar fortuna en la Península, hizo de Motos Salom un punto de encuentro, una referencia dentro del sector, granjeándose el respeto de todas sus esferas. Y también su cariño, especialmente cuando perdió a su nieto Luis y a su esposa. Duros momentos para la familia, que arropó al patriarca, siempre al pie del cañón y al frente de un negocio que fue su vida y cuya pasión y dedicación ha sabido inculcar a sus hijos y nietos para seguir siendo algo más que un taller o un concesionario.

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Con Antoni Salom se marcha una parte importante de la historia del motociclismo mallorquín y español. Se va el hombre que hizo de su apellido algo familiar para todos los que aman las dos ruedas, y que ahora se reencontrará con muchos de aquellos a los que lloró en su día, pero que también le hicieron ser un hombre feliz dedicándose a aquello que realmente le gustaba, las motos.