El piloto mallorquín de MotoGP Jorge Lorenzo posa junto a su Yamaha M1 oficial para la temporada 2013 en una imagen promocional de la marca nipona. | Yamaha

TW
0

Apenas quedan seis días para que el semáforo verde del circuito de Losail (Catar) marque el inicio de la temporada en el Mundial de MotoGP. Un curso en el que el piloto mallorquín Jorge Lorenzo (Palma, 1987) defiende corona y será el hombre a tener en cuenta en una parrilla que añade a Marc Márquez a la nómina de aspirantes al preciado cetro del balear, con Dani Pedrosa a la expectativa y el regreso a Yamaha de Rossi como aliciente añadido. Lorenzo es ambicioso, pero a la vez cauto, y augura una campaña apasionante, aunque es consciente de la evolución de sus rivales y de que repetir la gesta de 2012 va a requerir de mucho trabajo y la conjunción de numerosos factores. Pese a ello, el 99 apuesta por la Yamaha y evidencia su sed de competición tras varios meses en los que los actos promocionales han capitalizado una actividad que regresa a las pistas, con 18 Grandes Premios que auguran espectáculo.

—¿Hay ya ganas de volver a sentir las sensaciones de un Gran Premio?

—Sí, muchísimas. El invierno se hace muy largo para las motos y su entorno. Es casi medio año sin carreras y ya toca volver a vivir esas sensaciones en la pista. Y creo que este año la gente se va a divertir mucho.

—¿Cómo es el invierno de un piloto de élite?

—Muy intenso, la verdad. Pero quizá sin tanta presión, porque estás fuera del foco de los medios la mayor parte del tiempo. Uno lo dedica para descansar y prepararse bien para la temporada que se avecina, lo que supone dedicarle muchas horas.

—¿Cuáles son sus vibraciones de cara a 2013?

—Pues positivas. La verdad es que ha sido un invierno intenso, con muchos eventos con nuevos patrocinadores y medios de comunicación, pero también con una preparación y unos resultados en los tests que hemos realizado bastante positivos, que nos permiten llegar al punto de partida de la temporada con ilusiones y esperanzas renovadas y sólidas, con unos buenos cimientos. Estamos todos satisfechos y listos para comenzar.

—Sabedora de la competencia, Yamaha habrá preparado su mejor moto...

—Lo hemos intentado. La moto ha funcionado muy bien durante esta pretemporada, pero esperemos que se pueda evolucionar aún más porque la competencia está muy fuerte.

—Igualmente, todos saben que el rival a batir será usted.

—No es cierto. No creo que sea el favorito claro. Creo que somos cuatro los aspirantes al título: Lorenzo, Pedrosa, Rossi y Márquez. Sin olvidarnos de otros grandes pilotos que forman la parrilla. Comenzamos todos con cero puntos y a medida que avancen las carreras podremos ver si se hace una selección de candidatos. Esto es muy largo.

—¿Son Lorenzo y Pedrosa los dos grandes candidatos?

—Como decía antes, también veo muy fuertes a Valentino Rossi y a Marc Márquez. ¿Nos hemos olvidado de quién es Rossi?

—¿Qué puede aportar Valentino Rossi a este Campeonato en su regreso a Yamaha?

—Para comenzar, mucha emoción y que todos sus fans vuelvan a estar contentos e ilusionados con que pueda volver a ganar. Las carreras serán mucho más emocionantes con cuatro pilotos rodando delante, al menos eso es lo que parece hasta ahora.

—¿Y Márquez en su estreno?

—Marc Márquez lo va a hacer muy bien, lo tiene todo para estar delante desde el principio.

—La regularidad volverá a ser un factor elemental...

—Creo que sí, pero para ganar el título hay que ganar también carreras. Es fundamental.

—Austin es la gran novedad. Tras los tests previos, ¿qué le parece el trazado?

—Me encanta, es espectacular. Un típico circuito americano. Se verán carreras increíbles. Ya queda poco para verlo.

—Si antes le respetaban, ahora siendo bicampeón de MotoGP...

—Creo que cada año la situación es diferente. Cambian los rivales, las motos son distintas, los circuitos, las circunstancias, la suerte... Por fortuna, puedo sentirme orgulloso de estar entre los de arriba.

—¿Ha soñado con la triple corona en la cilindrada reina?

—Antes nunca lo imaginé, ahora la verdad es que es algo tangible. Pero para ello hay que trabajar mucho, no parar de mejorar y crecer, que no es nada fácil en este mundo.

—Un objetivo para esta campaña que se nos echa encima.

—Pues lo dicho, seguir creciendo. Eso es lo más importante.

—Y un deseo.

—Que mejore la situación de todos, que la salud nos respete y a nivel profesional luchar por el título. Cuando era niño nunca imaginé esta situación, me siento un privilegiado.

—Ha dejado ver que en un futuro a corto plazo puede meditar su futuro... ¿Tenemos Jorge Lorenzo para poco o para mucho rato?

—Para un buen rato. No es verdad lo que se dijo, todavía tengo mucho que ofrecer y ganas de seguir evolucionando.

—Con la Medalla de Oro ya no le quedan más reconocimientos por recibir en casa. ¿Nota el calor de la afición de Balears?

—Siempre lo siento, aunque por mi profesión esté mucho tiempo fuera de mi Isla. Pero es un orgullo ser mallorquín y disfrutar de esta tierra. Espero que dentro de unos años no me mueva nadie de aquí.

—Usted, Luis Salom, Pedro Vallcaneras, David Salom... Son los exponentes de una generación irrepetible.

—No lo sé. Creo que es un primer paso para lo que vendrá más adelante. Que no pare, eso es lo importante, hay que aprovechar este buen momento para el deporte de las Islas.