El bicampeón del mundo de MotoGP, el piloto Jorge Lorenzo- | Reuters

TW
9

El piloto español Jorge Lorenzo, campeón del mundo en la categoría MotoGP, ha confesado que es «muy competitivo», pero que ha tenido que aprender a perder en estos últimos años, al tiempo que ha señalado que ha madurado y cambiado mucho en estos años.

«Nunca me he creído ni mejor ni más importante que nadie. Pero de más joven era tímido y quería demostrar mi fortaleza hablando demasiado. Y, sobre todo, hablaba mucho más fuera de la pista que dentro. Ahora prefiero hacerlo al revés», desveló en una entrevista a la revista 'Vanity Fair', que saldrá este martes y recoge Europa Press.

Lorenzo, además, tiene claro cuáles son sus cualidades para llegar a ganar esta temporada el Mundial de MotoGP. «Siempre he tenido mucha concentración y soy muy competitivo. No me gusta nada perder. Ni de niño me gustaba. Sin embargo, cuando vas madurando te tomas de diferente manera las derrotas», destacó.

Mientras que reconoce que en este tiempo le ha tocado aprender a perder. «Uno comprende que no siempre se puede ganar y lo acepta pensando en que llegará una nueva victoria. También he aprendido a tener paciencia», confesó.

Por eso, no eludió hablar sobre la polémica relación que ha mantenido con su padre. «Casi todos los adolescentes tienen problemas con sus padres. Hemos pasado momentos críticos, sobre todo cuando me tuve que separar de él para seguir a mi representante, pero sé que un padre siempre quiere lo mejor para su hijo, aunque a veces se equivoque. Por eso siempre vuelvo a él», recordó.

«TRATO DE APRENDER DE MIS ERRORES»

Además, en un momento donde en Jorge Lorenzo era habitual sus salidas de tono. «No me arrepiento de lo que he hecho, pero trato de aprender de mis errores. Comprendí que no hace falta demostrarle nada a nadie y que tienes que comportarte como realmente eres. Ha habido mucha evolución estos años. Estoy a gusto y en paz conmigo mismo», se sinceró.

En un aspecto más personal, Jorge Lorenzo reconoce que está contento con lo que le está pasando. «No me puedo quejar de la vida que tengo. El 90 por ciento de ella es fantástica. Ninguna vida es perfecta, pero no se puede tener todo. Soy afortunado. Si te comparas con otros buscando lo que te falta, siempre te sentirás infeliz. Solo al compararte con quien no tiene lo que tú tienes, comprendes lo agradecido que debes estar», subrayó.

«Me encantaría enseñar a los niños a pilotar. Ayudar a la gente a ser consciente del riesgo que se corre conduciendo; que entiendan que la carretera no es para correr sino un espacio para desplazarse. A pesar de ello, la moto es uno de los mejores placeres de la vida. Lo que siento en ella no soy capaz de sentirlo de otra manera», concluyó.