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El de ayer no era un título más. En los anteriores de dos y medio estaba feliz, pero esa satisfacción ayer le desbordaba, podía con él a la más mínima. Y así, Jorge Lorenzo acabó la rueda de prensa oficial cogiendo el micro y cantando su particular versión del 'We are the champions' de 'Queen'. Todo un clásico para una cita que lo merecía. Porque el campeón tuvo palabras de agradecimiento para todos. «Este título va por toda España, pero en especial para Mallorca», aseguraba eufórico el héroe, el protagonista del día, que lanzó un mensaje a todos lo que, como él, tienen un sueño. «Todo el mundo tiene talento y sólo se debe tener fe en uno mismo, no importa lo que piensen los demás», aseguraba Jorge, quien recordó que ganar el Campeonato del Mundo de MotoGP «es lo máximo que se puede hacer. Mi sueño se ha hecho realidad. Ahora, necesito un tiempo para mí, para disfrutarlo».

El capítulo de recordatorios resultó interminable. «Se lo dedico a mi padre, que fue quien me inculcó esta pasión desde pequeño, a mi madre, a mi familia de Mallorca y de Galicia, a mis jefes de equipo, a Lin Jarvis -responsable de competición de Yamaha-, y a Shoya Tomizawa, porque era valiente, con talento, y no pudo conseguir su sueño. También a mis fans... seguro que me olvido de alguien, pero espero que me perdonen. Tengo problemas para expresar mis sentimientos en este momento», aseguró emocionado Jorge, rodeado por Wilco Zeelenberg, su jefe de equipo y Lin Jarvis. El deportista puntualizó que prefirió no desplazar a ninguno de sus parientes hasta Malasia «porque aquí estoy trabajando, como en una oficina, y la gente a su lugar de trabajo no lleva a su familia, aunque a mí me alegra estar con ellos pese a ser una persona a la que le gusta la soledad».

El piloto no ha decidido todavía si cambiará -como hizo en 250- el 99 por el 1, aunque «es lo que tiene más opciones, pero debo encontrar un diseño que me resulte interesante», y sobre la táctica en carrera, no escondió que al final priorizó el defender el título a un buen resultado en carrera. «Hoy he tenido que poner el piloto automático para acabar. Cuando ví que dos grandes frenadores como Dovizioso y Rossi estaban ahí, opté por no correr riesgos. Esta vez acabé por tener pocas ganas de luchar por la victoria sí muchas de ganar el título», aseveró.

Sobre las sensaciones que pasaron por su mente mientras realizaba un espectacular 'caballito' al atravesar la meta de Sepang, el piloto isleño admitió que pese a que siempre sueñas con que llegue este momento, cuando pasa no sabes cómo actuar, qué decir. Soy un afortunado», dijo.