La ciclista noruega Anita Yvonne Stenberg, en el Velódromo de Izu.

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Desde hace meses, la presencia de una ciclista ataviada con la equipación de Noruega llama la atención por las carreteras de Mallorca. Pero especialmente por las calles de Sencelles, la localidad en la que ha instalado la 'pistard' Anita Yvonne Stenberg, una de las protagonistas de la delegación de su país en la jornada de clausura de los Juegos Olímpicos de Tokio.

La ciclista, que reside en Sencelles y ha preparado en la Isla su participación en la final olímpica de Omnium femenino, en el Velódromo de Izu, logró una meritoria quinta plaza y el diploma, peleando por el bronce hasta la puntuación, la última de las cuatro especialidades que forman el programa del Omnium (scratch, tempo, eliminación y carrera a los puntos).

Stenberg, que reside desde el verano de 2020 en Sencelles junto a su entrenador, el danés Kenneth Berner, finalizó quinta, con 97 puntos, quedando a once del tercer puesto y el bronce, que fue para la holandesa Kirsten Wild. La estadounidense Jennifer Valente se proclamó campeona olímpica, con 124 puntos, seguida de la japonesa Yumi Kajihara (110).

Cuarta en scratch -salvando una caída múltiple- y tempo, octava en la eliminación y quinta en puntuación, el diploma de Anita Yvonne Stenberg, de 28 y debutante en unos Juegos Olímpicos en Tokio 2020, volará en unas horas de nuevo hacia Mallorca. Para ocupar un lugar destacado en su 'nuevo hogar', como lo define ella misma: su casa de Sencelles.