Joan Cardona, tras las dos pruebas de Finn celebradas este martes en Enoshima. | Fernando Fernández

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Aviso a navegantes de Joan Cardona. El regatista menorquín del Real Club Náutico de Palma inició con fuerza su carrera hacia las medallas olímpicas en la clase Finn mostrando una enorme regularidad en las dos mangas disputadas este martes en Enoshima. Dos terceros puestos consolidan al balear como una seria esperanza española al podio en el adiós de la histórica clase, que en los Juegos de Tokio se despedirá del programa.

Con unas condiciones cambiantes y variabilidad en el viento -bajo la sombra del tifón Nepartak-, Cardona, de 23 años y vigente subcampeón mundial de Finn, supo amoldarse a las circunstancias para navegar en las plazas delanteras, a la estela de los dos grandes dominadores de la jornada, el turco Alican Kaynar, que se impuso en las dos pruebas, y el húngaro Zsombor Berecz, segundo en ambas pruebas.

Unas cuentas que calcó Cardona, aunque en su caso fue tercero por partida doble, repartiéndose este trío el podio provisional, con 2, 4 6 y puntos, respectivamente. El argentino Facundo Olezza aguarda agazapado desde la cuarta plaza, tras firmar un quinto y cuarto puestos.

Tras dos pruebas y una primera jornada satisfactoria, Cardona no podía esconder su satisfacción, «porque pese a que ha sido una jornada difícil, con una primera regata con viento de tierra y una segunda con una espera larga de por medio», destacando que logró, en ambas pruebas «tener el control de la flota, con buenas salidas, bien colocado. Y eso me da confianza para seguir adelante. Somos terceros por ahora, pero esto acaba de empezar», recordaba a la vez prudente el deportista balear del RCNP.

Igualmente destacó la inercia positiva que acumula y se ha plasmado en el primer día de pruebas olímpicas en Tokio. «Vengo en un buen nivel de forma, de un año en el que hemos estado delante. Es una regata más, pero se nota la tensión, aunque somos los mismos y no podemos relajarnos, pues cualquier fallo te puede penalizar», reseñaba.

Y en el día de su debut como olímpico, recuerda Joan que le impresionó el viaje a la Villa para el desfile «por el ambiente que se vive allí. Aquí estamos un poco alejados de todo y no es lo mismo. Pero fue una experiencia total. Me sorprendió lo altos que eran los y las atletas. Acostumbrado a ser el grande de la flota, me llamó la atención», explicaba con una sonrisa que delata la relevancia de aquel momento.

Y puestos a soñar, el menorquín tiene claro que ha venido hasta Enoshima «a pelear por la medalla. Es el objetivo. Y hemos de ser consistentes para ello. El final está lejos, hay que centrarse en el día a día, porque el 3 de agosto lo veo fuera y sólo me queda pensar en las próximas pruebas y estar concentrados. Así, podremos tener nuestras opciones», concluyó tras sus primeras dos pruebas olímpicas con el Finn un Cardona que apunta alto en los Juegos de Tokio.