El triatleta busca metal en la prueba de triatlón y su nombre figura sin duda en la nómina de candidatos a conseguir una presea en una prueba muy exigente. Mola quiere dar la cara y quiere podio. | Redacción Deportes

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En la agenda de Mario Mola Díaz (Palma, 1990), la fecha del 26 de julio de 2021 lleva tiempo cerrada. Reservada para un sueño. Un objetivo, una ilusión, una cuenta pendiente que dejó hace prácticamente un lustro en Copacabana. A Río llegó en uno de sus mejores momentos, pero un mal día y la ofensiva de desgaste de sus rivales, con los hermanos Brownlee al frente, le eliminaron a las primeras de cambio, relegándole a pelear por el diploma que acabó llevándose (octavo).

Más lejos queda aquel debut en Hyde Park, en agosto de 2012, cuando empezaba a asomar por las Series Mundiales el que fuera campeón del mundo júnior, hoy triple ganador de las Series Mundiales y coleccionista de triunfos y medallas. Pero le falta una: la olímpica. Y a por ella irá bien temprano. El fuerte calor y la humedad de Tokio han llevado a trasladar las pruebas de triatlón a primerísima hora de la mañana.

Candidatos

Será a las 6:30 (hora local), a las 23:30 horas del todavía domingo 25 en España, cuando arranque la batalla en el Parque Marino de Odaiba. Allí estarán todos, salvo el campeón en 2012 y 2016. No saldrá Alistair, pero su hermano Jonathan Brownlee -bronce en Londres y plata en Río- intentará alcalzar el preciado oro con el que completar su colección.

Ahí topará con Mola y compañía. El mallorquín es uno de los claros favoritos -número 1 del ránking de clasificación-, aunque en sus últimas apariciones no ha exhibido la superioridad de anteriores citas, siendo eso sí igual de solvente en la carrera a pie. Junto a él pelearán por la gloria olímpica Javier Gómez Noya y Fernando Alarza, quienes completarán una TriArmada estelar.

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Pero a la nómina de candidatos cabe unir al otro gran aspirante, el francés Vincent Luis, además de a otros referentes de la distancia olímpica como el australiano Birtwhistle, el británico Lee, los noruegos Iden y Blummenfelt o el sudafricano Schoeman -bronce en 2016-.

Todos persiguen el mismo objetivo, pero solo uno reinará durante los próximos tres años y otros dos le acompañarán en el momento de gloria olímpico que supone el podio en una modalidad que busca nuevo campeón tras el dominio de Alistair Brownlee en sus dos últimas citas.

El Parque de Odaiba centrará una prueba disputada sobre el trazado habitual (1’5 kilómetros de natación, 40 de ciclismo y 10 de carrera a pie). Al último segmento quiere llegar metido delante Mola, demoledor y solvente en el tramo atlético, aunque factores como el calor y la humedad pueden realizar antes una buena criba.

Este sábado, tanto Mola como el resto de integrantes del equipo realizaron el último reconocimiento al recorrido del triatlón olímpico, captando las últimas sensaciones previas a lo que será una hora y media de batalla por acceder al Olimpo. Y, en el caso de Mola, sacarse una espina, saldar con el triatlón una cuenta pendiente que ha preparado a conciencia, dejando de lado el resto de objetivos en 2021 para canalizar todas sus energías en aras de un sueño: ser medallista... O campeón olímpico. El resto es mayúsculo y Mario lo afronta con ilusión.