El tenista Rafael Nadal. | Reuters

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Serán finalmente dieciocho, pero podían haber sido más... No están todos los que tenían plaza para los Juegos, y otros se quedaron fuera por diversos motivos. Sin duda, la baja más mediática es la del mejor deportista balear y español de todos los tiempos. Abanderado y campeón olímpico de dobles en 2016 -además de oro inidividual en Pekín 2008-, el tenista Rafael Nadal optó por unirse a la lista de notables ausencias en el cuadro masculino, renunciando a la vez a Tokio y a Wimbledon tras caer en semifinales de Roland Garros y para focalizar su preparación en la gira americana y el US Open.

La más dolorosa de todas las ausencias la trae la gimnasia artística femenina, que tenía previsto regresar 17 años después de la presencia de la campeona mundial Elena Gómez en Atenas 2004. La 'inquera' Cintia Rodríguez (Xelska) fue la líder y artífice de la clasificación de España para el concurso por equipos, pero su rodilla no superó las secuelas del confinamiento y una lesión le obliga a pasar por el quirófano, renunciando semanas antes de los Juegos a su sueño, al objetivo deportivo de una de las gimnastas más elegantes y admiradas del panorama internacional.

Rafael y Cintia son los exponentes de esa 'cara B' de los Juegos, que deja por el camino a otros deportistas que pelearon por repetir participación tras debutar hace un lustro en Río. Es el caso de la atleta Caridad Jerez o el boxeador y capitán del equipo olímpico españoi, Youba Sissokho.

La primera peleó hasta el final por la marca que le diera el billete en 100 vallas. En 2016 se convirtió en la primera atleta nacida en Mallorca en participar en unos Juegos Olímpicos, pero desde esa fecha, la competencia ha crecido en su distancia, con Teresa Errrandonea como gran rival de la palmesana.

En el caso del púgil, la pandemia se llevó por delante su sueño cuando mejor forma mostraba. Debutará en breve como profesional, dejando atrás su brillante periplo como amateur y olímpico. Estuvo en el Preolímpico de Londres, con la pandemia ya en pleno estallido. Perdió en primera ronda y no tuvo más opciones.

Volviendo a la gimnasia, quien se quedó también cerca de hacer realidad el sueño para el que trabajó durante todo el ciclo fue el gimnasta Adrià Vera (CG Palma), que acarició el billete olímpico, pero fue el descartado en la selección final para Tokio, dejándole sin recompensa.

Por el camino también se quedó la baloncestista Nogaye Lo, siempre tenida en cuenta por Lucas Mondelo, pero que no tuvo hueco en la lista final para el Eurobasket ni para los Juegos. Eso sí, en sus manos está parte del futuro de una selección que conoce bien y que en el próximo ciclo olímpico necesitará de sus centímetros.

A quien muchos reclamaban dentro del equipo de natación es a Catalina Corró. La nadadora 'inquera', tras superar su tumor en la cabeza y varias operaciones, ha mostrado un nivel competitivo notable, tanto a escala estatal como internacional. No logró la mínima, pero por su coraje mereció una invitación que no llegó y que habría recompensado su valor y esfuerzo.