Joan Toni Moreno, junto a su hermana Maria Àngels. | F.F.

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Con una sonrisa interminable, felices por la medalla de bronce conseguida en C2 500 metros y dejándose llevar por la euforia del momento, histórico, Joan Toni Moreno y Diego Domínguez compartieron sus sensaciones tras esa final que les llevó al podio en los Juegos de París. «Ha costado mucho llegar hasta aquí, pero nos marcamos estar en París, soñar con esta medalla y esto es la guinda a nuestro sueño. No podemos estar más felices porque sólo nosotros sabemos el esfuerzo que nos ha llevado y que hay detrás de esta medalla», aseguraba el balear, de 24 años y palista del Real Club Náutico del Port de Pollença.

Esos primeros momentos de confusión fueron duros para Moreno, aunque «Diego había visto que éramos medalla y me djjo 'tío, somos bronce'. Luego, la pantalla nos puso cuartos, nos pegó un bajón pero luego cuando pasamos a ser terceros llegó un pico y una gran alegría, ha sido muy fuerte», refería el mallorquín, segundo medallista balear en los Juegos de París y tercero para el piragüismo balear.

Sobre la regata final de C2 500, relataba Moreno, que salía junto a Domínguez por la calle 1 que «sabíamos que las condiciones eran de viento cruzado y las calles superiores iban a favorecernos. Viendo que los franceses se rezagaban, hemos arriesgado para coger la calle 1, que pensábamos que sería beneficiosa, pero nos encontramos unas olas enormes que nos han frenado, aunque aguantamos, con cabeza fria y apostando por nuestra estrategia, sabiendo que esto afectaba a los demás también y todos los rivales eran duros aquí», refería Joan Toni, campeón de Europa, mundial y ahorra bronce olímpico.

Pese a llevar apenas unos meses juntos, preparando el asalto a los Juegos desde octubre pasado, «cuando empezamos, no teníamos un objetivo. Fue cuando Diego vino a Mallorca a concentrarse, dijimos que teníamos calidad y podíamos demostrar que podíamos hacerlo. Ahí empezó todo», aseguraba sobre este camino que les ha llevado al bronce olímpico en C2 500 en París.

En sus primeros Juegos, iban a por todas. No se esconden. «Sabiamos desde que empezamos el martes que iría bien, confiabamos en dar espectáculo, y qué mas que ganar esta medalla», bromeaba el balear, que tuvo palabras para su entrenador, Kiko Martín, quien después de no poder celebrar en vivo la medallla de bronce de Sete Benavides en Londres 2012, ha podido al fin experimentar esas sensaciones.

«Esta medalla tiene mucho peso para él y se la merece más que nadie porque lleava mucho tiempo peleando por vivir este momento. Por fin estar presente en un podio, vernos subir y tocar esa medalla, para él ha sido muy grande. Y hemos llorado junto a él al abrazarnos. Se lo merece más que nadie», decía al respecto y sobre el responsable del equipo nacional de canoa un Joan Toni erigido en el nuevo referente olímpico del piragüismo español en la modalidad de canoa.